Las familias mexicanas que no tienen vivienda seguirán esperando. Y la respuesta de este gobierno, de la “Cuarta Transformación”, hoy encabezado por Claudia Sheinbaum, es decir, en la realidad, les dice: sigan esperando. Y es que el Programa de Vivienda del Bienestar simplemente no ha despegado.
Incluso, en el primer trimestre de este año, se construyeron menos viviendas de lo que prometió: 39 mil 428, según los datos oficiales, 249 menos comparado con el mismo periodo del año pasado, informó El Economista.
Según el propio gobierno, en el país hacen falta 8 millones de viviendas y, al ritmo prometido por la presidenta, se necesitarían 48 años para cubrir ese déficit.
Por lo tanto, la cifra que prometió la presidenta Claudia Sheinbaum, de construir un millón 100 mil viviendas durante su sexenio, se ve lejana. Pero, como prometer no empobrece, quienes seguirán padeciendo las consecuencias son los miles de mexicanos que no tienen una vivienda digna.
Según el propio gobierno, en el país hacen falta 8 millones de viviendas. Al ritmo prometido por la presidenta, se necesitarían ocho sexenios, es decir, 48 años, para subsanar la falta de hogares.
Otro dato para comprender el fracaso del programa de vivienda de este gobierno es que, en 2018, último año del sexenio del PRI, se reportó la construcción de 62 mil viviendas en el mismo periodo. La mitad de lo que se edificó durante los primeros tres meses de este año.
Y aunque el proyecto de Sheinbaum Pardo ha iniciado, según El Economista, que retoma declaraciones del director ejecutivo de ai360, Eduardo Torres, “los desarrolladores privados han enfrentado retos relacionados con el financiamiento, la tramitología y los permisos de construcción”.
La pregunta que muchos se podrían hacer es: si son gobierno, ¿por qué no facilitan los procesos para que se puedan construir más viviendas? La respuesta sólo la puede dar el propio gobierno.
Lo que es seguro: la demanda principal que consignan en el diario es que “el gobierno debe enfocarse en facilitar permisos, pues sin suelo disponible y trámites ágiles no habrá incremento en la construcción”, según comentó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.
En otras palabras, el gobierno se ha desentendido y no ha edificado más viviendas para aquellas familias que no la tienen. Está por demás reiterar que los “beneficiarios” de vivienda no las recibirán gratis, pues las terminan financiando por años, algunos hasta por treinta años, ya que los créditos del Infonavit son elevados para la mayoría. Por otro lado, las rentas en las ciudades se elevan y, con los ingresos, complican la vida a las familias.
Pero las familias seguirán esperando vivienda, pues no se ve la intención real del gobierno de la 4T para saldar el déficit. A cambio, ha entregado apoyos económicos en tarjetas, en el Banco del Bienestar. Y así ha sido la justificación, pues cuando los afectados acuden a las oficinas gubernamentales a demandar vivienda, los funcionarios dicen que ya están apoyando.
De acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), en Sinaloa existe un déficit de 432 mil casas habitación y al menos 81 mil de las que ya existen reportan situación de hacinamiento.
Además, el 56 % de la población sinaloense no cuenta con un salario digno que le permita adquirir una vivienda. Un problema que se ve difícil de erradicar a pesar de los programas anunciados con bombo y platillo por parte de las autoridades locales, pues se suma ahora la crisis económica que viven las familias sinaloenses y que ni en corto ni en mediano plazo se ve una salida.
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