La ofrenda rindió homenaje a los mártires antorchistas asesinados
Chilpancingo, Gro. La Casa del Estudiante “Ignacio Manuel Altamirano” se llenó de luz, color y sentimiento para celebrar la vida y honrar a la muerte en una conmemoración del Día de Muertos que tuvo un profundo significado. Bajo la consigna de que la muerte no es ausencia, sino memoria viva, los moradores se reunieron para recordar, con un pequeño pero significativo homenaje, a sus compañeros caídos, Conrado, Mercedes y su pequeño hijo Vladimir.

El evento contó con la presencia y el acompañamiento de Dimas Romero González, dirigente de Antorcha en el estado; la maestra Nora Díaz López, jefa de vinculación con los sectores en la Uagro, y la maestra Orquídea, quienes, junto a los moradores de la casa, compartieron una noche cargada de tradición, respeto y un profundo amor por las raíces guerrerenses.

El corazón de la conmemoración fue una sentida ofrenda, dedicada especialmente a la memoria de Conrado, Mercedes y Vladimir, así como a otros compañeros que han partido. Cada vela encendida, cada flor de cempasúchil y cada alimento colocado fue un acto de amor, una manera de decirles que siguen presentes en la lucha y la memoria colectiva.

En este contexto, Dimas Romero González indicó que Conrado, Mercedes y su hijo no hicieron más que luchar por una patria más justa y equitativa: “En este espacio donde la memoria se hace vida, no podemos sino alzar la voz para exigir, de manera pacífica y dentro del marco de la ley, que seguimos pidiendo justicia para nuestros compañeros; Conrado, Mercedes y su hijo no hicieron más que luchar por una patria más justa y equitativa”.

Los moradores deleitaron a los presentes con la declamación de poesías de autores guerrerenses. El momento culminante fue la presentación de un cuadro artístico de la Costa Chica, que, con su música, ritmo y color desbordante, rindió homenaje a la riqueza y diversidad cultural de la región.
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