La RAE define la poesía como “manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa, o arte de componer obras poéticas en verso o en prosa”.
Tal definición suena un poco brusca y sin sabor, pero en ella se encierra algo muy importante al señalar que la poesía manifiesta la belleza y el sentimiento del poeta, pues para muchos es bien sabido que, a través de la poesía, se pueden expresar los sentimientos humanos, que por otra vía es muy difícil lograr.
Todos los seres humanos debemos tener la capacidad de expresar nuestras emociones; sin embargo, a lo largo de nuestra vida, las condiciones en que nos desarrollamos, o las experiencias, van forjando nuestro sentir. Por eso, simplemente hay seres humanos incapaces de expresar lo que sienten: se guardan sus emociones por bloqueos emocionales o traumas de la infancia o adolescencia.
Sin embargo, yo sí creo que hay seres humanos extremadamente sensibles, que han podido explotar esa capacidad y han aprendido a expresarla a través de la palabra escrita, a través de la poesía, y han regalado a la humanidad poesías que trascienden todos los tiempos, por su belleza y enseñanza.
Algunos poetas destacados de la humanidad han definido la poesía, por ejemplo:
Alejandro Jodorowsky: Podemos sanarnos con poesía.
Luis Cernuda: En la morada de la poesía hay muchas mansiones. Lo que ocurre es que el poeta no puede ocuparlas todas y tiene que elegir su espacio.
Platón: Al contacto con el amor todo el mundo se vuelve poeta.
Gustavo Adolfo Bécquer: Poesía eres tú.
Antonio Machado: Palabra en el tiempo.
Apollinaire: Rectifica palabra en el espacio.
Miguel de Unamuno: Sentimiento pensado.
Miguel Hernández:
Poesía yo querría
por un mágico conjuro
o un diabólico poder de hechicería
expresar sublimemente lo que dice a mi estro oscuro
el sonoro nombre puro:
¡poesía!
Mario Benedetti:
La poesía no es un filtro de las cosas
ni un raro sortilegio ni un consejo rotundo
no está obligada a dar un mensaje profundo
ni a extraer del olvido las palabras ociosas
Yo simplemente aconsejo que leamos poesía y difundamos su lectura y práctica entre los seres humanos, empezando por nuestro círculo más cercano, como desde hace más de cinco décadas lo viene haciendo el Movimiento Antorchista.
Porque, indudablemente, la poesía es un arma transformadora, algo que se puede observar muy claro cuando un joven lee poesía y practica la declamación. En ellos se nota ese espíritu transformador y son personas más sensibles y más humanas, aunado a que su grado de sensibilidad está más desarrollado que en quien no lo hace.
Esto debe prender nuestras alertas para entender lo importante que es para los seres humanos el acercamiento a la poesía desde temprana edad.
Antorcha no ha olvidado esto y, desde hace tanto tiempo, tiene a la poesía en alta estima y la toma como un elemento importante para la labor de cambio que se ha impuesto en la sociedad. Antorcha es una organización social que trabaja, en primer lugar, para que los mexicanos conozcan sus derechos y la necesidad de ejercerlos; y, en segundo lugar, para que, a través de la cultura, se vaya transformando su conciencia de ver las cosas y que, sobre todo, analice a la sociedad misma y los males que la aquejan, y sepa cómo puede lograrse una transformación profunda, no cosmética.
Durante todo el año, en su afán de resaltar esta bella expresión humana, Antorcha viene realizando una serie de encuentros cuyo protagonista es la poesía; esto quiere decir que los declamadores no sólo se preparan para estos concursos, sino que la enseñanza es constante.
Antorcha lleva poesía durante todo el año a los sectores más alejados, donde podemos ver cómo campesinos, colonos, amas de casa, obreros y estudiantes practican poesía, y el resultado se ve reflejado en estos concursos, como una muestra de esta gran labor.
Este año Antorcha llevó a cabo la III Jornada Nacional de Declamación, donde los protagonistas fueron los grandes poetas mexicanos, evento en el que participaron alrededor de 2 mil 500 declamadores, que, repito, se han venido preparando en estos círculos poéticos que Antorcha promueve.
En la Ciudad de México, esta jornada tuvo lugar en la Sala de Conciertos Tepecuícatl, en Gustavo Adolfo Madero, con la participación de más de 70 declamadores en todas las categorías.
En esta justa vimos declamar tanto a niños muy pequeños, así como a padres de familia y amas de casa, que pusieron lo mejor de sí para lograr los mejores resultados, dejando claro que la labor que realiza Antorcha es acertada y que va por el camino correcto para hacer de los mexicanos personas más sensibles, capaces e inteligentes. ¡Muchas felicidades a todos los que participaron en este gran evento, porque todos son ganadores!
0 Comentarios:
Dejar un Comentario