Las lluvias se han hecho presentes en repetidas ocasiones en varias regiones del país, mitigando el calor y refrescando el ambiente; cosa que ya era muy necesaria, pues las altas temperaturas que se alcanzaron fueron alarmantes. Sin embargo, un fenómeno natural tan necesario para la supervivencia de la vida en el planeta se vuelve revelador de la realidad que se vive en los pueblos y comunidades.
En las ciudades, cuando las lluvias son fuertes, pronto se ven en los medios de comunicación las inundaciones y los daños económicos en las familias, cuando pierden sus muebles, electrodomésticos, artículos personales e incluso hasta sus viviendas completas.
Hay colonias que se quedan totalmente incomunicadas porque su única entrada y salida se convierte en un río que impide el paso, y esto hace que los que viven en esos lugares no puedan trasladarse a sus trabajos, que los niños no puedan asistir a la escuela y, muchas veces, ni siquiera el transporte público puede entrar.
Las calles pavimentadas se convierten en albercas por los baches que tienen, y eso afecta a los automovilistas, ya que es muy común que las llantas se estropeen. Además, la corriente arrastra la basura que se encuentra a su paso y de esta manera se acumula en las alcantarillas, saboteando su función.
También es normal ver las fuentes de aguas negras que se forman. En las calles que no están pavimentadas tampoco se puede transitar porque se convierten en pantanos. Y así podríamos continuar citando los sucesos que ocurren, pero que, por cuestión de espacio, no lo haremos.
Ahora bien, no es responsabilidad de la precipitación, sino más bien de una mala planeación para prevenir y tratar de que su impacto sea el menor posible.
Si cada año hay periodo de lluvia, está claro que si el año pasado se presentó una inundación en una colonia y nunca se hizo una vía de desagüe, es muy probable que este año se presente el mismo conflicto. Eso sucede con todas las problemáticas: si nunca se les atiende, nunca se van a solucionar solas y sólo van a ir en aumento.
Lejos de atender los llamados para que se invierta en obras de prevención ante desastres naturales —ya sean provocados por los periodos de huracanes, temblores, incendios y altas temperaturas—, se castiga el presupuesto, dejando a su suerte y a sus condiciones a la población.
Recordemos que existía un Fondo de Desastres Naturales (Fonden), instrumento financiero destinado para atender los efectos de los fenómenos naturales, especialmente cuando estos superaban la capacidad financiera de las entidades federativas.
Este fideicomiso se extinguió en el 2021, durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, y a partir de ese momento ya no hay ese techo financiero. Por tanto, los ciudadanos se encuentran a expensas de lo poquito que se les pueda apoyar y de lo que sus posibilidades económicas les permitan.
Al pasar los años, se agudizan los desastres naturales y, por otro lado, se continúa reduciendo el presupuesto para mitigar sus estragos porque se sigue con la tendencia de entregar el recurso económico de manera directa, aun sabiendo que no es suficiente ante un problema tan fuerte.
Pasó la temporada de incendios y el recurso a las brigadas nunca fue el necesario. Y en estas fechas, en que estamos en periodo de huracanes, no se ha mencionado qué medidas de prevención se están tomando para proteger a las localidades más vulnerables y las que se encuentran en riesgo.
No se construyen puentes, no se pavimentan calles, no se arreglan las alcantarillas, no se arreglan las tuberías ni se hace mención alguna.
La realidad es que quien llega al poder no lo hace con fines de ayudar a que la ciudadanía viva de una mejor manera, sino con fines de enriquecimiento personal a expensas de la pobreza de los otros.
Se necesita un gobierno que realmente se preocupe por el bienestar de su gente, que vea con tiempo sus pesares para poderlos mitigar, que le interese invertir en obra: pavimentaciones de calles, presas, drenajes, muros de contención y todo lo que se necesite para que los mexicanos vivan de una mejor manera. Y eso solo se va a lograr cuando ese gobierno sea del pueblo.
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