MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Mártires del 18 de agosto

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  • Tras 25 años de ausencia, los caídos siguen presentes para los antorchistas

El 18 de agosto del año 2000 ocurrió un trágico acontecimiento frente a la presidencia de Chimalhuacán: una brutal agresión orquestada y ejecutada por Guadalupe Buendía, alias “La Loba”, dejó como saldo diez muertos y 90 heridos. Ese día era la toma de posesión de Jesús Tolentino como presidente municipal de Chimalhuacán.

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Miles de chimalhuacanos se presentaron para celebrar el inicio de un nuevo gobierno que marcaría un antes y un después en la historia del municipio. Y efectivamente, así ocurrió.

Con todo el dolor y el sufrimiento por esta artera agresión, tolerada, solapada y hasta alentada por el gobierno del Estado de México de aquellos años, los chimalhuacanos sabían, estaban seguros de que ese gobierno presidido por un antorchista, el biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez, empezaría a resolver los añejos problemas que habían sufrido por años y años. Y resultó cierto. Así ocurrió porque, inmediatamente después de enterrar a nuestros muertos, inició el progreso de Chimalhuacán, el cual fue continuo durante 21 años.

Ese primer gobierno antorchista puso manos a la obra en todos los aspectos, principalmente en las cosas que eran más urgentes y que más reclamaba la ciudadanía. A Chimalhuacán le faltaba casi todo: no había agua potable en la inmensa mayoría de las colonias, ni drenaje, ni electricidad. Y, por supuesto, no había pavimento ni alumbrado público.

Había un solo camión recolector de basura; había canales de drenaje a cielo abierto por varias partes del municipio: Ejido Colectivo, Prolongación Acuitlapilco; unas cuantas patrullas deterioradas y muchos policías corruptos, convertidos en verdaderos delincuentes.

Cientos de escuelas no tenían aulas bien construidas, ni módulos sanitarios, ni bardas perimetrales, ni plazas cívicas. La atención a la salud era pésima: solo existía el Hospital 90 Camas y unos cuantos centros de salud. Los parques públicos y los deportivos estaban en el abandono. En fin, la cultura y el deporte eran cosa olvidada.

Los chimalhuacanos habían perdido la esperanza de que la situación cambiara. Sin embargo, cuando ganó Tolentino, acabó la oscuridad y surgió la luz.

Empezó un nuevo periodo, una nueva época para Chimalhuacán: época de mucho trabajo, de mucha lucha, de mucho esfuerzo, pero sobre todo, de muchas soluciones a las grandísimas necesidades del municipio. Recuerdo que comenzamos por llevar a cabo jornadas de limpieza en la principal avenida del municipio, que es la del Peñón, y también en el deportivo Las Flores, de donde sacamos muchos camiones de basura y de escombro.

Y hoy se encuentran construidos varios edificios que corresponden al Centro de Rehabilitación Integral y Social (CRIS), la biblioteca Amoxtlatiloyan, la Escuela Superior de Bellas Artes, el Taller del Cantero y la Secundaria Francisco Villa.

Las pavimentaciones empezaron por las calles de Xaltipac, que ya había dado su aportación al gobierno de La Loba, y en un acto de justicia, el nuevo gobierno les pavimentó toda la colonia. Se pavimentaron avenidas grandes como la de Los Patos, Arca de Noé, Nezahualcóyotl, Venustiano Carranza, Acuitlapilco y después muchas otras.

El agua y el drenaje eran —y son— necesidades vitales. Por ello, el gobierno antorchista se dedicó a la construcción de grandes colectores para el drenaje, la perforación de pozos de agua potable y tanques de almacenamiento, así como redes de distribución de agua potable. En total, el gobierno del Nuevo Chimalhuacán perforó 21 pozos, 20 tanques reguladores de agua potable y sistemas de drenaje.

En materia de educación se hicieron miles de obras en todas las escuelas: aulas, módulos sanitarios, bardas perimetrales, plazas cívicas, aulas de cómputo, techumbres. Asimismo, se gestionaron seis escuelas de nivel superior: el Tecnológico de Estudios Superiores (TESCHI), dos Escuelas de Bellas Artes, un campus universitario de la Universidad Autónoma del Estado de México, la Universidad Politécnica y el Centro Universitario de Chimalhuacán, que ofrecía licenciaturas en la modalidad a distancia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cual el gobierno morenista cerró. Antes del año 2000, había en Chimalhuacán mil 500 estudiantes universitarios; hoy hay 14 mil estudiantes universitarios en nuestro municipio.

En materia de salud se construyeron 21 Centros de Desarrollo Comunitario (CDC), tres Centros de Atención Primaria a la Salud (CEAPS) en avenida Arca de Noé, Barrio Alfareros y El Ejido. Se gestionó el Hospital Materno Infantil de Chimalhuacán y se construyó el Hospital General de San Agustín, y se compró un terreno para la construcción de un hospital de tercer nivel del Instituto Mexicano del Seguro Social de 240 camas. Todo ello para que la gente tuviera instituciones de salud que la atendieran con calidad.

En materia deportiva, se reconstruyeron los deportivos La Lagunilla, La Laguna, Las Flores, El Chimalhuache, Vidrieros. Se construyeron dos albercas olímpicas y una semiolímpica. Se construyó la Unidad Deportiva El Tepalcate. Se promovió el deporte como nunca en la historia del municipio.

También se impulsaron como nunca la cultura y las tradiciones de Chimalhuacán. Disminuyó considerablemente la inseguridad en el municipio. En fin, hubo paz y tranquilidad, también hubo gobernabilidad y solución a las necesidades y problemas de las comunidades. Hubo rumbo, hubo progreso. 

Dejamos de ser el municipio urbano más marginado de México para convertirnos en un municipio con muy buenos índices de desarrollo urbano y humano.

En fin, gestionamos, construimos y realizamos grandes cosas que están a la vista de todos los que quieran ver y que son prueba fehaciente e irrefutable de que lo que digo es cierto.

Sin embargo, nada es para siempre. En el año 2022 empezó a gobernar Morena, a través de Xóchitl Flores y Miguel Benito. Y todo lo que logramos y gozaron los chimalhuacanos a lo largo de 21 años empezó a venirse abajo, a deteriorarse rápidamente, a desentenderse, a abandonarse. 

Ahora somos el municipio más inseguro del Estado de México. Chimalhuacán repite como una de las diez ciudades más inseguras de todo México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, 2024-2025, Inegi.

Inmediatamente después de entrar la actual presidenta, comenzó a faltar el agua a muchas colonias. No ha perforado ni un solo nuevo pozo de agua potable, ni construido ningún tanque, ni hecho ningún sistema de drenaje. El centro recreativo El Chimalhuache está en total abandono, la alberca olímpica nunca la pusieron a funcionar y muchas cosas más que pudiéramos decir.

Pero más que decir, es necesario reconocer que nosotros tenemos la responsabilidad por haber perdido las elecciones del 2021 y que ni las victorias son para siempre ni las derrotas son para siempre.

Y que si pudimos atender y resolver muchas cosas en Chimalhuacán, lo pudiéramos volver a hacer —y lo debemos de hacer— porque si no lo hacemos, el actual gobierno no lo hará. De eso estamos seguros.

Por eso, ahora que conmemoramos los 25 años de nuestros mártires de Chimalhuacán, es momento de reconocer y valorar su sacrificio; el sacrificio más alto y más grande que pueda hacer un ser humano, que es el de dar la vida misma por un ideal, por una causa social. Y eso es lo que hicieron los mártires del 18 de agosto del año 2000. ¡Gloria eterna a los mártires de Chimalhuacán!

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