En un espacio lleno de desafíos en el ámbito tecnológico, con más de 1000 participantes de 30 países, impulsados por un gusto en común, encontramos a un alumno mexicano perteneciente al Colegio de Bachilleres plantel Ciudad Hidalgo (COBAEM 90), que tras muchas semanas de preparación, desafíos y dificultades obtuvo un logro que merece reconocimiento: ser el segundo lugar en la IV edición de la categoría Line Follower Kids, perteneciente al evento RoboChallenge, la mayor competencia internacional de robótica celebrada anualmente en la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología Politécnica de Bucarest, Rumania.
El COBAEM 90 es un centro educativo ubicado en Ciudad Hidalgo, una zona rural de la cabecera municipal de Hidalgo, Michoacán. Aunque el plantel es impulsado por el Movimiento Antorchista, que busca fortalecer la formación tecnológica y científica de jóvenes y niños, no cuenta con la infraestructura necesaria para el desarrollo de robots. Por ello, fue necesario adaptar aulas, comprar una impresora 3D con apoyo de los padres de familia, así como elaborar pistas con tablas de madera para realizar las pruebas requeridas y comprobar que el robot del alumno participante fuera apto para la competencia.

“Mi nombre es Adrián Silva Piña, tengo 17 años y soy de México. Este año tuve la oportunidad de participar en RoboChallenge, un evento internacional de robótica que se celebra en Bucarest, Rumania. Fue una experiencia increíble que me permitió conocer a muchos otros jóvenes con intereses similares en la robótica y la tecnología.”
“Decidí participar en la categoría Line Follower Kids, una competencia en la que los robots deben seguir una línea negra en el suelo, evitando obstáculos y completando el recorrido en el menor tiempo posible. Para mí, este desafío no solo fue una prueba técnica, sino también una gran oportunidad para poner a prueba mis habilidades en programación y diseño de robots.”
Line Follower Kids es un desafío en el que los robots deben avanzar de manera autónoma a lo largo de una pista marcada de forma continua, evitando la intervención de su creador. Con ayuda de sensores y algoritmos programados previamente por los participantes, cada robot debe de cumplir el desafío encomendado en la menor cantidad de tiempo posible.
“El proceso de preparación fue largo y desafiante. Pasé semanas diseñando y ajustando mi robot, probando diferentes sensores, motores y algoritmos para que pudiera seguir la línea con precisión. Hubo muchas pruebas y errores, pero cada fallo me enseñó algo nuevo, y fue emocionante ver cómo mi robot mejoraba con cada ajuste.”
RoboChallenge reúne año con año a participantes y espectadores entusiastas de la robótica, ofreciendo un entorno competitivo y educativo que fomenta la creatividad, innovación y el trabajo en equipo. Con un total de 20 desafíos agrupados en 5 categorías, presenta ante el público y sus participantes un espacio desafiante que pone al límite la habilidad de diseño y creación de robots capaces de cumplir con las funciones establecidas en cada reto.

“Cuando llegué a Bucarest, me sorprendió lo grande y bien organizado que era el evento. Había equipos de todo el mundo, lo que hizo que la competencia fuera aún más emocionante. Además de la competencia en sí, RoboChallenge ofreció una gran oportunidad para interactuar con otros jóvenes, compartir experiencias y aprender de los demás. Fue inspirador ver a tantos equipos, en específico fueron 1231 participantes, 1171 robots, 230 equipos de 30 diferentes países.”
“El día de la competencia fue una mezcla de nerviosismo y emoción. Cuando llegó mi turno, me sentí un poco ansioso, pero también muy orgulloso de todo el trabajo que había hecho. Al final, después de unas cuantas rondas, mi robot logró superar todos los obstáculos y llegó al final del recorrido, obteniendo el segundo lugar. Fue un momento de mucha satisfacción para mí, porque sentí que todo el esfuerzo valió la pena.”
A pesar del entorno competitivo y la variedad de estrategias ejecutadas, RoboChallenge brinda una gran experiencia a cada participante. Les permite reconocer la importancia del trabajo colaborativo, la perseverancia, la creatividad y la innovación al realizar actividades, así como aplicar sus habilidades en entornos que les permitan desarrollarse.
“Lo más valioso de esta experiencia no fue solo el resultado, sino el aprendizaje y las conexiones que hice durante el evento. Aprendí mucho sobre la importancia del trabajo en equipo, la perseverancia y la innovación. También descubrí que la robótica no es solo una habilidad técnica, sino una forma de pensar y resolver problemas de manera creativa.”
“Quiero agradecer a RoboChallenge por organizar un evento tan increíble y por brindarme la oportunidad de ser parte de esta competencia. También agradezco a mi familia, amigos y mentores que me apoyaron durante todo el proceso. Estoy más motivado que nunca para seguir aprendiendo sobre robótica y seguir mejorando mis habilidades para futuras competiciones.”
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