Acatlán, Puebla. Mientras resuenan los incesantes toques marciales de la banda de guerra integrada por jóvenes estudiantes de la Normal Superior "Mixteca Baja", el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No 110 "Luis Córdova Reyes" y el Instituto Tecnológico de Tecomatlán,los contingentes de campesinos, colonos y estudiantes de Acatlán, comenzaban a formarse, a la altura del monumento al Tecuani, sobre la carretera que lleva a la cabecera municipal.A lo largo del recorrido se vivió un despliegue multicolor y de música hasta arribar a plaza cívica "Miguel Hidalgo".El sol brillaba, el suelo ardía y el aire quemaba los pulmones, eso no impidió la algarabía de la caravana que invitaba a los espectadores a sumarse al vigésimo quinto aniversario del Movimiento Antorchista en Acatlán. ​
​Los contingentes avanzaron.Niños, jóvenes y adultos, todos iban llenos de un júbilo que desbordan al pasar.Los pequeños del preescolar "Niño Artillero" era la punta de lanza de esta columna que festejaba 25 años de lucha organizada, de trabajo constante y de logros en favor de la clase trabajadora de Acatlán.
​Al llegar a la plaza "Miguel Hidalgo", ubicada entre la presidencia municipal y la iglesia, ésta se inundó de antorchistas; espacio faltaba para las más de 15 mil personas que llegaron provenientes de las diferentes juntas auxiliares.Quienes no hallaron espacio, agotaron los pasillos, bancas y jardineras del zócalo.Aún el más asfixiante calor de Acatlán, característico de la Mixteca de Puebla inhibió el ahínco y tesón de los antorchistas acatecos por festejar su boda de plata.
​Todos en sus lugares, animosos, coreaban al unísono consignas de apoyo mientras recibían al Secretario General del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, quien hace 42 años, en un municipio cercano, Tecomatlán, junto con un puñado de hombres de buen corazón y ostensible inteligencia, fundó la única organización que representa al pueblo trabajador en el país, defendiéndolo de las injusticias que contra él se cometen, y que actualmente es la más grande con más de un millón y medios de agremiados y mejor estructurada.
​Llegó.A su paso desde el zócalo de Acatlán, hasta el llegar al presídium iba saludando, con una expresión afable y una sonrisa fresca, a todos los que a su paso estaban; extendía su brazo y les sonreía, les agradecía su asistencia al evento, pareciera que hace mucho tiempo no hubiera visto a un entrañable amigo.Así saludaba Aquiles Córdova a los presentes; así saluda a un compañero antorchista.
​En el presídium, lo acompañaron varios de los dirigentes antorchistas que han dedicado su vida a la lucha revolucionaria, hombres y mujeres que han sacrificado la suya en aras de una vida digna para millones de mexicanos lacerados por la injusticia.Lo acompañaba el líder estatal del antorchismo en Puebla y diputado federal, Juan Manuel Celis Aguirre, hombre cabal, que es de los primeros en abrir camino para guiar a los demás.Edith Villa, diputada federal por el XVI en el estado, mujer trabajadora que no duda en poner sus manos para ayudar.Hersilia Córdova, también diputada federal, ejemplo de luchadora social.También estaban el presidente de Santa Inés Ahuatempan, Rolando Artero, la presidente de Tecomatlán, Inés Córdova Aguilar, entre destacados antorchistas.El primer antorchista refirió su presencia como muestra de sencillez, por ser mandatarios emanados del pueblo trabajador, y como mandatarios saben que tienen la obligación de responderle al pueblo trabajador de México.
Al dar las palabras de bienvenida, el dirigente social de Acatlán, Adrián Carvajal Gomezcaña, explicó al mar de antorchistas la actual situación por la que atravesaban en el municipio, pues como en muchas ocasiones suele suceder, existen personas que se oponen al progreso y desarrollo de las comunidades laceradas por la pobreza, y Acatlán no es la excepción.Describió la cerrazón del edil acateco, quien se niega a materializar obras gestionados por los diputados antorchistas, y no sólo eso, también se niega a realizar obras con el erario del municipio.Carvajal Gomezcaña dio varios datos, entre ellos, que sólo la cabecera municipal cuenta con servicio de drenaje, y eso apenas el 80 por ciento.Agregó que un 20 por ciento de la población no cuenta con el servicio de energía eléctrica y a pesar de ello, el edil se opone a la gestión de Antorcha de 90 ampliaciones y seis ampliaciones de la red de agua potable y a la adquisición de un terreno para 300 viviendas.​
​La convivencia antorchista también fue una muestra de lucha; no sólo se reunieron para festejar los 25 años de tan loable labor de mejorar las condiciones de vida de las masas depauperadas, la reunión fue para refrendar el compromiso de lucha contra quienes se empeñan en mantener a la sociedad confinada al rezago social y a la pobreza que la lacera.Con aplausos y consignas estruendosas aceptaban la tarea de no desfallecer en la lucha.
​Posteriormente, el líder nacional de los antorchistas y guía moral, reiteró la única solución viable y posible para sacar al país del rezago en que se encuentra.Describió los males que aquejan al país, su origen consecuencias y solución; dio a los campesinos un análisis político económico de la actual panorama de nuestra nación.Afirmó que es necesario un nuevo modelo económico que distribuya de forma equitativa la riqueza que genera la clase trabajadora y que gozan sólo unos cuantos.De la riqueza nacional, explicó, no debe continuar repartiéndose tan sólo el 13 por ciento para la clase pobre, mientras que para los ricos se destina el 33 por ciento.Ante esta situación, el Movimiento Antorchista propone cuatro puntos concretos que pueden abatir la pobreza: una recaudación fiscal progresiva, reorientación del gasto social hacia las clases depauperadas; creación de empleos y empleos bien remunerados.Actualmente en México, un trabajador de los que más ganan, obtiene tres salarios mínimos, es decir, alrededor de 210 pesos, sin embargo, la canasta básica oscila arriba de los 300 pesos, pero ¿Qué hay de quienes ganan sólo dos salarios mínimos, o uno, y de los que no tienen ni uno sólo?
​Empero, la amarga realidad que vivimos lo mexicanos confinados a la pobreza no apagó la llama del entusiasmo, la alegría por saber que vamos en el camino correcto, que la lucha es justa.No.Eso motivó a los presentes a apresurar el paso, y al siguiente año, no ser ya 15 mil antorchistas en Acatlán, sino el doble.Cada uno asumió el compromiso de convencer a una persona más y sumarla a las filas del antorchismo, y para el 25 aniversario serán 30 mil los antorchistas de Acatlán.
​Más tarde, llegó la diversión, el momento de recreación sana que fomenta Antorcha.Una reunión sin cultura no es una reunión antorchista.Los Grupos Culturales de esta organización fueron participes de tan magno evento.Con música, bailes y poesía engalanaron la multitudinaria asamblea popular.
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