El gobierno de Porfirio Díaz fue un periodo de la historia de México en el que se inició el desarrollo industrial, pero a un alto costo económico para la nación, pues se entregaron concesiones leoninas a los capitales extranjeros, con los cuales quedamos obligados a hacer pagos como agradecimiento por la inversión, así como pagos por kilómetro en el caso de los ferrocarriles y pagos anuales para seguir mostrando agradecimiento por la preferencia.El gobierno ayudó a los latifundistas a convertirse en ricos hacendados que organizaban plantaciones, que tenían concesiones forestales para la explotación indiscriminada de los bosques y selvas maderables, concesiones mineras y petroleras y, desde ese momento, los imperialistas impidieron el desarrollo de la burguesía nacional y trataron de conservar el carácter agrícola del país con la finalidad de recibir de México materias primas a cambio de herramientas, lo cual se hizo recibiendo grandes cantidades de tierra casi regalada, maquinaria y dinero del extranjero.
Quedó sepultada, por más de 30 años, la idea de que en México se pudieran fundar universidades públicas para educar al pueblo y bajo la dirección de un plan de largo alcance se impulsara la creación de científicos e inventores de alto nivel que produjeran la herramienta y la maquinaria que se necesitaba para superar nuestra dependencia de los países ricos.En esos años de oscuridad e injusticia para el pueblo de México se encarcelaba a los opositores al régimen, se asesinaba sin remordimiento, se combatía cualquier intento de inconformidad que intentara levantar la cabeza, se censuró a los periódicos rebeldes y se envió a las mazmorras a sus críticos apoyándose en el terror y sobre la sangre del pueblo se mantuvo el gobierno de Díaz.Tales eran las condiciones en que México quedó reducido a lo largo de 30 años y, a pesar de que ha pasado ya más de un siglo, el modelo económico capitalista sigue hincando y profundizando sus colmillos sobre sus víctimas.
No es casualidad que el país más poderoso del mundo se refiera al gobierno de México y a su presidente como que "es un buen chico, es mi amigo".Con dinero de los impuestos del pueblo mexicano se mantiene en la frontera sur a cientos de integrantes de la Guardia Nacional que sirven de muro de contención a los migrantes que vienen huyendo de la pobreza y la violencia de sus países queriendo llegar al sueño americano; con sudor y sacrificios el pueblo de México aporta sus impuestos, pero el gobierno actual los desvía a países vecinos, según él como muestra de solidaridad, pero todo parece más bien como un favor al vecino del norte que exige obediencia a un gobierno que ve favorable a sus intenciones inversionistas, sin importar que aquí se tengan que reducir y en algunos casos eliminar rubros fundamentales para el desarrollo de México.Está clara la política favorable al extranjero y en contra de los pobres.
López Obrador permanece impasible, desinteresado y desdeñoso ante el rezago mexicano como si nada importante ocurriera.Los resultados de su administración son igual de perniciosos y retrógrados que aquellos de hace 100 años con Porfirio Díaz.Ante la negativa de invertir recursos para combatir la pandemia hemos perdido a mil 410 mexicanos que laboraban en el sector salud y ocupamos ya el vergonzoso primer lugar mundial en muertes de personal médico; 691 eran doctores y doctoras, 408 trabajaban en diversas ocupaciones (camilleros y afanadoras), 255 eran enfermeras, 28 dentistas y 28 laboratoristas; la pandemia nos arrebata a 235 personas por mes, 8 por día, una cada tres horas.Algunos países como Japón invirtieron al combate de la pandemia el 21% de su Producto Interno Bruto, Suecia el 12% y algunos países latinoamericanos, por ejemplo, Perú 9%, Brasil 8%, Chile 8%, Colombia 2%, Salvador 2%, y México 1% somos el país que menos invierte, ahí está reflejada la preocupación por el pueblo, se está matando al pueblo ahora ya no con latigazos y en semi esclavitid, sino negándole medicinas y alimento.
Por otro lado, se entrega el sistema educativo nacional a las televisoras de sus panegiristas que les asigna jugosos contratos para que repongan su sed de riqueza, pero la realidad dice que su política es incorrecta; aquí algunos datos: cuatro de cada 10 alumnos no tienen internet para fines educativos (Endutih, Inegi 2019); 624 mil son los casos de alumnos con necesidades especiales o discapacidades o con rezago educativo, casi uno de cada cinco son hogares monoparentales, 8% de los hogares a nivel nacional no tienen televisión, 56% de los hogares mexicanos no tienen computadora (Inegi), cuatro de cada cinco alumnos tiene problemas para conectarse y seguir las clases (UNICEF), 15% de los hogares indígenas y zonas rurales no tienen televisión.Son sólo algunos datos, pues faltan otros que dejan al descubierto el recorte presupuestal a las instituciones de investigación científica y el apoyo a los estudiantes de posgrado y doctorado en el país o en el extranjero.
Desde hace 46 años surgieron en el país voces críticas de la política equivocada de los gobiernos anteriores y del actuar también, y hacen propuestas posibles, viables que cuentan con una amplia base social que las respalda.
Pero actuando con temor y miedo, como alguien que sabe que va a recibir un justo puntapié por sus faltas, por el incumplimiento de sus promesas de campaña y traiciones al pueblo, en el estado de Puebla, el gobernador Miguel Barbosa de modo ilegal y con odio manifiesto hacia las organizaciones sociales, usa todo el poder del estado para crear terror entre los antorchistas, pues se ha propuesto encarcelar a los principales representantes del pueblo organizado, inventando delitos, cancelando cuentas que contienen los frutos del trabajo completamente legal y al corriente con sus obligaciones fiscales de todos los militantes de este gran movimiento; todo por el miedo a perder las próximas elecciones intermedias en las que se va a renovar la Cámara de Diputados federal y a presidentes municipales.
A pesar de que se ha girado orden de aprehensión en contra de Rosario Sánchez y se sabe que se están armando carpetas de investigación en contra del ingeniero Juan Manuel Celis y la doctora Soraya Córdova Morán, los antorchistas poblanos nos vamos a defender legalmente, pero al mismo tiempo estamos redoblando nuestra actividad para explicar y concientizar al pueblo, para que descubra bajo la piel de oveja al lobo que la acecha y, en pleno uso de su derecho político, vote por candidatos del pueblo que lo ayuden a salir de su miseria.Hacemos un llamado a todos los poblanos que día a día se ganan el pan en el trabajo honrado para que juntemos nuestros esfuerzos y nuestras voluntades en torno a esta gran tarea que se avecina y no permitamos que se repita jamás una dictadura al estilo porfirista en la que las riquezas naturales y humanas se ponen en charola de plata para uso y consumo de otros y no de los más necesitados, ningún mexicano bien informado debe permitir que nuevamente se usen la represión, la cárcel el asesinato para combatir a sus opositores, debemos impedir que se instale una nueva dictadura con careta democrática.
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