Atlixco, Puebla.- Calificado como un año nefasto en el que los gobiernos morenistas se desligaron de la gente y con ayuda seleccionada para "los elegidos&rdquo, sin que los gobiernos cumplan con la obligación de atender las necesidades básicas de la población más pobre en el momento de mayor riesgo de contagio por covid-19, comerciantes como Doña Paula Santamaría Martinez no tienen otra opción más que salir a las calles y correr el riesgo.
Madre de una hija y abuela de tres que también dependen económicamente de ella, con un esposo con discapacidad y sin posibilidad de trabajar por el momento, Doña Paula sale todos los días a ganarse el día a día en su humilde puesto de memelas frente al parque del Ahuehuete.
Todos la conocen y le recomiendan estar en casa, cuidarse y cuidar de los suyos, pero solo responde: "no se puede, si no vendo, no tenemos para la renta, para la luz y ni para comer&rdquo, realidad que viven muchos comerciantes, campesinos y trabajadores en Atlixco, quienes han perdido la esperanza de recibir alguna despensa o ayuda en esta fase 3 de mayor riesgo y que pone en peligro la salud de millones de mexicanos.
"Salgo a trabajar por necesidad y vendiendo saco para la comida y algo para los gastos&rdquo, revela y nos comparte que sueña con juntar dinero para comprar un refrigerador y guardar sus productos con los que prepara su venta todos los días.
> Sin que la difícil situación por la que atraviesa la haga caer en el ánimo, doña Paula solo pide tener mucha clientela y poder sacar el sustento diario, lo que costará mucho esfuerzo porque a pesar de su humilde condición, no deja de regalar comida a quien pasa y ve necesitado, sin importar que ahí se vaya su poca ganancia.
"Ya vendrán tiempos mejores&rdquo, nos dice optimista, y pide a las autoridades que "volteen los ojos a los pobres y dennos la ayuda que tanto necesitamos, no podemos quedarnos en casa o no comen ni las criaturas”.
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