MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Tecnológico de Tecomatlán, institución científica y humanista

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  • A través de este instituto, Antorcha forma ingenieras e ingenieros con rigor académico con proyectos en campo y laboratorio, garantizando alojamiento seguro y promoción de arte, deporte y vínculos internacionales

Monserrat García es una joven originaria de Huautla de Jiménez, Oaxaca, pero su decisión de continuar con sus estudios profesionales la llevó a Tecomatlán, Puebla, donde busca estudiar la ingeniería en Agronomía en el Instituto Tecnológico “Ing. Aquiles Córdova Morán”, el cual también ofrece las ingenierías en Gestión Empresarial y Sistemas Computacionales.

La formación profesional que logra este Tecnológico permite que los jóvenes implementen proyectos que ayuden eficazmente al desarrollo de su entorno para beneficio de las familias humildes.

No es la primera vez que Monserrat se ve obligada a salir de su comunidad natal, donde la gente preserva su lengua como resistencia a la pérdida de cultura que enfrenta desde que comenzó a llegar la urbanización y “la juventud actualmente ya no le interesa saber sobre nuestra cultura o sobre nuestra lengua y se perdieron muchas cosas”, sin embargo, la urbanización no termina de asentarse, por lo que la gente ha decidido emigrar a otras partes, como la capital de Oaxaca, Puebla, Veracruz, la Ciudad de México y el Estado de México “porque es aislado vivir en una comunidad que ya ni es rural y tampoco se termina de urbanizar. Solamente siguen viviendo ahí los abuelos, porque la gran mayoría de hijos y nietos se salieron completamente del pueblo”.

Para las familias de Huautla de Jiménez las condiciones económicas no son favorables debido a la falta de desarrollo. La gente sobrevive por el cultivo de maíz, frijol, café, calabazas, por la venta de pulque, totopos, tlayudas, manteles, servilletas y ropa bordada a mano. “Esa es la principal actividad económica que tienen los pueblos, pero no es mucha la ganancia que se saca”, afirma Monserrat.

Ante esta situación, y por la oportunidad de mejores condiciones laborales, sus padres decidieron emigrar al Estado de México, donde realizó sus estudios de nivel medio superior, sin embargo, ahí conoció la crudeza de la realidad que viven día a día millones de mexicanos ante la falta de políticas adecuadas que impulsen el desarrollo integral de los jóvenes y garanticen una vida digna para las familias.

“En la prepa podías ver cómo varios de tus compañeros tenían problemas de drogadicción o de alcoholismo, no teníamos actividades deportivas ni culturales que nos ayudaran a forjarnos como personas. Vivir en la ciudad es muy complicado porque la gente es muy individualista, por eso me animé a venir a Tecomatlán, por la fraternidad que existe aquí entre todo el pueblo”.

Cuando vi la propaganda del Tecnológico —continuó—, me metí a sus redes sociales y vi que han ganado concursos deportivos, culturales, que hacen investigaciones en otras universidades y todo este tipo de cosas me animó aún más a venir.

Aunque buscaba una universidad en el Estado de México, no encontró en ninguna las facilidades que ofrece a sus estudiantes el Tecnológico de Tecomatlán. “Y cuando vi la propaganda de la Villa Estudiantil y del Tecnológico dije ‘pues, vámonos’, y el día de hoy estamos aquí en Tecomatlán, esperando ser los futuros agrónomos y las personas futuras que ayuden a esta sociedad”.

El Instituto Tecnológico de Tecomatlán

El Tecnológico de Tecomatlán es una institución que pertenece al Instituto Tecnológico Nacional de México que surge como Instituto Tecnológico Agropecuario No. 32 en 1984 como fruto de la lucha organizada del pueblo de Tecomatlán por tener una escuela donde los jóvenes de la región pudieran realizar sus estudios de nivel superior, atendiendo las necesidades de la Mixteca. Fue impulsado por el Movimiento Antorchista Nacional.

Su primera generación se compuso de jóvenes guerrerenses que buscaban mejores oportunidades.

En 1987 se le da el reconocimiento, pero seguía sin infraestructura propia, es decir, no tenía aulas y se trabajaba en casas de la Unidad Habitacional; en 1991 se logra la construcción de cuatro aulas y un laboratorio. Así inicia el Instituto Tecnológico Agropecuario No. 32, bajo la dirección del Instituto Tecnológico Agropecuario. Posteriormente, en 2014, pasa al Tecnológico Nacional de México, como uno de los 254 tecnológicos que existen en el país.

Sin embargo, el modelo educativo de esta institución se distingue por su enfoque humanista e integral para la justicia social. De acuerdo con Gabriel López Salvador, director del Instituto Tecnológico de Tecomatlán, la gente que llega, principalmente de Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Puebla y Chiapas, “son de escasos recursos económicos, hijos de campesinos y requieren una formación integral y que sea más humanista para ellos mismos, para su gente, para la clase a la que pertenece y así puedan devolverle a la misma sociedad sus conocimientos”.

Bajo esta visión, el personal docente busca acortar la brecha entre la teoría y la práctica a través de una vinculación directa entre la escuela y la sociedad, enseñándole a los alumnos a comprender las características particulares de su comunidad, para, a partir de ahí, hacer un diagnóstico de qué se debe corregir y apliquen sus conocimientos para hacerlo en favor de la propia comunidad.

Por ejemplo, explica Salvador López, los muchachos van adquiriendo conocimientos básicos como matemáticas, física, español y la parte teórica de su carrera, pero también se integra la parte práctica, y se le agrega un plus, que son los diferentes proyectos que tiene el Tecnológico. Los muchachos, durante un semestre, hacen la práctica de diferentes proyectos agrícolas y pecuarios y ahí se empiezan a dar cuenta sobre qué área escoger y tomar una especialidad.

Actualmente, el Tecnológico “Ing. Aquiles Córdova Morán” cuenta con una amplia infraestructura para los estudiantes: se tienen los instrumentos, las herramientas, un terreno para prácticas, maquinaria, para poder aplicar los conocimientos, tanto en campo como en laboratorio, “ahí complementan los conocimientos prácticos y teóricos”.

Dentro de sus logros más importantes, el Tecnológico de Tecomatlán se ubica dentro de los primeros lugares a nivel nacional en innovación tecnológica. En este campo, los jóvenes que representan a esta institución a nivel local, estatal y nacional deben competir con más de 600 mil estudiantes del país. Y, recientemente, obtuvo a nivel nacional el primer lugar en Ciencias Básicas, compitiendo contra 18 mil estudiantes.

Además, también tiene convenios con diferentes centros educativos nacionales e internacionales como el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas y el Instituto Nacional de Agricultura Tropical, ambos centros de investigación en Cuba. En México con el Colegio de Postgraduados, donde se está trabajando un programa sobre rescate de maíces nativos, además de otros tecnológicos como los de Veracruz, Oaxaca y Guerrero, donde los estudiantes pueden desarrollar gran variedad de proyectos.

La formación profesional que logra este Tecnológico permite que los jóvenes implementen proyectos que ayuden eficazmente al desarrollo de su entorno para beneficio de las familias humildes, que son las que generalmente son relegadas por falta de apoyo gubernamental.

Gabriel Salvador explica que, particularmente, la Mixteca es una región pobre que “se ha desarrollado, pero por las remesas que se mandan”, sin embargo, considera que actualmente sí hay alternativas para desarrollar la misma agricultura, “con la gente que tenemos, con los conocimientos, podemos ir implementando un sistema de producción que le permita a la comunidad desarrollarse. Cuando digo la Mixteca es Oaxaca, Puebla y Guerrero”.

Tecomatlán, un lugar muy seguro

Al igual que muchos jóvenes, Krupskaya Zetkin López conoció la oferta educativa del Tecnológico de Tecomatlán mediante las redes sociales y decidió inscribirse en él para estudiar la Ingeniería en Agronomía, sin embargo, afirma, hay dos cosas que la han impactado: la alta calidad en los docentes y la seguridad y tranquilidad con que cuenta Tecomatlán, la cual contrasta con la que vivió en Puebla capital.

Durante los días del curso propedéutico ha tenido una buena experiencia porque “los profesores que tenemos son muy buenos, las clases no son nada aburridas y muchos de ellos tienen bastante preparación, la mayoría con doctorados y así”.

La decisión de estudiar en Tecomatlán fue, entre otras cosas, los servicios que ofrece el Tecnológico, como los espacios deportivos, culturales, la Villa Estudiantil, espacio pensado para los estudiantes donde tiene dormitorio, regaderas, biblioteca con internet y comedor, “aparte nos queda súper cerca el ITT de la Villa y la seguridad, sobre todo, que Tecomatlán es un lugar muy seguro.

He ido a correr a la pista de atletismo, que también es una de las cosas que nos ofrece Tecomatlán y he salido a las siete de la noche y sin problema, o sea, no tengo el miedo de que me roben o de que me asalten, entonces eso transmite mucha paz”.

Respecto a la formación académica de los docentes, explica que para ella resulta muy interesante ver que vienen de estudiar de otros países, “traen otra mentalidad de estudio y de lo que es estudiar en otro lado, si para nosotros es difícil irnos de estado a estado, pues para ellos más y porque es un idioma diferente, sin embargo, han sido preparaciones de primer mundo, porque son países como Rusia y China, y el nivel académico de esos países es muy bueno, y los maestros también tienen esas capacidades”.

Para ella, vale la pena aprovechar la oportunidad de estudiar en el ITT, no sólo por salir de su zona de confort, sino “porque aquí puedes conocer más gente, otras culturas, y no te sientes solo por el trabajo colectivo que fomentan aquí.

La verdad está muy bien porque nos mantienen ocupados todo el día con actividades culturales y deportivas, es decir, no se limitan a lo académico, como sucede regularmente en otras instituciones educativas.

La motivación en la cultura y el deporte es algo muy esencial para tu forma de vivir, para tu forma de pensar, para no distraerte en adicciones o en el teléfono. Entonces, estar aquí, aparte de llenarte de conocimiento, también te llenas de cultura y eso es algo muy bonito”, agregó.

Alta calidad académica

Además de las ingenierías en Agronomía, Gestión Empresarial y Sistemas Computacionales, el Instituto Tecnológico de Tecomatlán sumó Sistemas Computacionales en la modalidad no escolarizada y en este ciclo escolar se dará seguimiento a la gestión para incluir, en el siguiente ciclo escolar, nuevas carreras como Gastronomía, Veterinaria, Desarrollo de software, Inteligencia artificial, Ingeniería en Agroalimentación, Agroindustrias y la maestría en Recursos Sustentables para las tres carreras con que cuenta actualmente, explicó el subdirector Académico, el Doctor en Física y Matemáticas por la Facultad de Mecánica y Matemáticas de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, Romeo Pérez Ortiz.

Asimismo, detalló que su programa educativo tiene dos objetivos principales: primero, enseñar a los estudiantes con una alta calidad académica, para lo cual cuentan con ocho doctores en ciencias, dos que están haciendo ya su doctorado y diecisiete maestros en ciencias. “Contando un 65 % de la matrícula del docente con estudios de posgrados, eso quiere decir que la calidad de la enseñanza es muy alta”.

Segundo objetivo. Que el Tecnológico no sólo se enseñe académicamente a los estudiantes, sino todos los estudiantes, además de terminar como ingenieros de alta calidad académica, también sean de alta sensibilidad en cuanto a la educación, cultura, arte y deporte, es decir, que sea un profesionista integral y competente a nivel nacional.

En este sentido, los jóvenes de los clubes culturales y deportivos del Tecnológico han participado en eventos de talla internacional como las Espartaqueadas Culturales y Deportivas, que se realizan en este municipio, llamado también “La Atenas de la Mixteca”.

“En esta Espartaqueada Cultural participamos con 70 estudiantes en poesía coral; en música participamos con 30 estudiantes y actualmente el club de danza se compone de 24 estudiantes, doce parejas. Tenemos una banda de guerra de doce integrantes, entre otros clubes más.

Mientras tanto, para el desarrollo académico y técnico de los estudiantes, se cuenta con un laboratorio de cómputo de más de 120 computadoras; un laboratorio de gestión empresarial, donde el estudiante puede desarrollar todo proceso de gestión desde el inicio hasta el final; un laboratorio de agronomía, donde tenemos los reactivos y van los estudiantes a realizar su investigación, su prueba de laboratorio, como la investigación de suelos, etcétera; un aula de topografía; un aula de matemáticas; un aula de sistema de información y dos edificios donde toman clases los estudiantes de agronomía, gestión empresarial y de sistemas computacionales.

También estamos terminando por instalar un nuevo edificio para las aulas de inglés, porque creemos también que es necesario que los estudiantes terminen sabiendo un idioma extranjero, en este caso el inglés”, afirmó el subdirector académico.

Pérez Ortiz afirmó que, dado el alto perfil de los docentes, que algunos de ellos han terminado en universidades de Cuba, en la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, en la Universidad de Princeton, en el Colegio de Postgraduados, entre otras universidades, es una excelente opción para la formación de los jóvenes.

“Somos la mejor opción porque ofrecemos educación gratuita, porque contamos con una Villa Estudiantil, porque estamos en Tecomatlán, el municipio más seguro de todo el país, porque contamos con las instalaciones culturales y deportivas de la más alta calidad. En cuanto al área académica, cultural y deportiva, como Tecnológico de Tecomatlán y la propia comunidad, somos la mejor opción que tenemos para ofrecerle a todos los estudiantes que vienen, sobre todo de Puebla, Oaxaca, Veracruz y Guerrero”.

Para Romeo Pérez, dado el contexto político, económico y social por el que atraviesa México, “los padres estarán tranquilos con sus hijos estudiando aquí porque “al cabo de cuatro años y medio, vamos a entregar a su hijo sano, íntegro y de buena calidad. Aquí en Tecomatlán pueden desarrollarse plenamente.

Lamentablemente, a nivel nacional, muchos jóvenes dejan de estudiar, abandonan la educación y deciden irse a Estados Unidos, a los campos agrícolas del norte o, finalmente, a trabajar en su pueblo. Yo creo que la mejor opción que tiene el hijo, en estos momentos, es estudiar en alguna escuela porque sin educación, padres de familia, no vamos a poder hacer el cambio que México necesita, y menos sin una educación integral.

Por eso, hoy más que nunca es urgente que todos los estudiantes —principalmente los de escasos recursos económicos— decidan estudiar una carrera, decidan abrazar la ciencia, sobre todo en este momento de crisis, la ciencia es la mejor opción.

No hay otra forma de avanzar en el desarrollo económico de México, si queremos sacar a México de esta crisis, necesitamos de estudiantes que se preparen, que lean, que aprendan con todo su vigor, solamente así vamos a sacar a México de su atraso educativo, de su atraso político y, desde luego, de su atraso económico”.

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