Voces de la comunidad se suman a la alerta por la tala furtiva en bosques duranguenses
Durango, Dgo. A pesar de los avances en el manejo forestal sustentable en gran parte de Durango, la tala ilegal de árboles continúa representando un grave problema en varias regiones del estado.
Municipios con topografía complicada, como Guanaceví, son particularmente vulnerables debido a la dificultad de acceso para las autoridades, lo que facilita el aprovechamiento excesivo y el contrabando de madera.
“La tala ilegal despoja a nuestros pueblos de un patrimonio natural que es vital para su presente y su futuro”.
Si bien la mayoría de los predios forestales operan bajo esquemas regulados que establecen un máximo de aprovechamiento anual, la supervisión insuficiente en áreas remotas permite que se rebasen estos límites.
Esta sobreexplotación, de no controlarse, podría conducir a una degradación gradual e incluso a la desaparición de zonas boscosas a largo plazo.
El carácter clandestino de esta actividad impide la aplicación de planes de manejo y recuperación, lo que deriva en procesos de deforestación severos y, con frecuencia, de detección tardía.

La recuperación de estas áreas requiere décadas, afectando no sólo al ecosistema, sino también a las comunidades que dependen de los bosques.
Al respecto, cabe recordar al líder antorchista de la zona indígena del Mezquital, el finado Juventino Ramírez, quien siempre manifestó su preocupación:
“Este no es sólo un problema ambiental, es un problema social y de justicia. La tala ilegal despoja a nuestros pueblos de un patrimonio natural que es vital para su presente y su futuro. Exigimos a las autoridades los operativos y la voluntad política necesaria para proteger nuestros bosques, que son la vida de nuestras comunidades”.

Se hace un llamado a fortalecer los mecanismos de vigilancia y a exigir el estricto cumplimiento de los volúmenes de corte autorizados. Asimismo, se insta a la población a denunciar cualquier actividad irregular para frenar este delito.
En contraste, numerosas regiones de Durango mantienen un modelo de gestión forestal ejemplar, que ha posicionado al estado como líder nacional en producción maderera legal y sustentable, generando beneficios económicos y sociales para sus habitantes.
Cabe recordar que en México la tala ilegal es un delito federal grave, sancionado con penas de prisión y multas elevadas, que se agravan si ocurre en Áreas Naturales Protegidas o está vinculada al crimen organizado.
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