El pueblo de México, la masa fundamental del pueblo, los trabajadores del campo y la ciudad, la verdadera fuerza creadora y productiva de la riqueza social, material y económica del país, se encuentra, precisamente por esta situación de trabajadores, impedidos, imposibilitados materialmente para hacerse una idea clara de las diferentes fuerzas políticas, económicas y sociales que operan en el país, así como para poderse explicar sus propias condiciones de vida; es decir, por qué son pobres, por qué viven al día y por qué, por más que trabajen, nunca progresan y se mantienen ellos y sus familias, generación tras generación en la misma situación de ignorancia, atraso y miseria. De tal manera que les da lo mismo quien los gobierne y, cuando la carga social y económica ya es abrumadora, como en el caso del sexenio de Calderón y, luego, el de Peña Nieto, que instintivamente ya los tenía artos, más las promesas de Morena, de que ahora sí, con ellos, esta situación se a cabo y con López Obrador, sí nos va a ir bien, instintivamente se agarraron a ese clavo caliente, una vez más, esperanzados en esa evanescente esperanza de "primero los pobres". Pero no lo hicieron por conciencia ni por convicción, lo hicieron, como hasta hoy las masas sin conciencia, sin organización y sin lucha, lo han venido haciendo a lo largo de la historia, espontáneamente y convencidos en la idealista idea de que ahora sí, está y éste, es la buena, ya vamos al poder. Y ahora, a dos años de que "ya está el pueblo en el poder", las cosas para ese pueblo, siguen igual o peor. Todo esto, que aquí escribo, lo sabe, lo conoce y lo utiliza en su provecho y la clase que realmente representa López obrador (la pequeña burguesía "medrosa y cobarde", la burguesía y gran burguesía) y lo hace de manera consciente y a sabiendas de que utiliza, en el discurso una fraseología socialista (socialista al estilo de Hitler en los años 20 del siglo XX), se aprovecha de ello y, en los hechos, descarada y cínicamente su entrega total a sus amos (todos hemos visto como le brillan los ojitos cuando le acaricia la mano a Salinas Pliego y a Carlos Slim), el gran capital. Por eso, precisamente por eso, es peligrosa la miel melosa y tersa de la voz engañosa del lobo con piel de cordero, porque de manera consciente y premeditada, con alevosía y ventaja (sobre la falta de consciencia y educación política del pueblo) engatusa al pueblo y lo usa para sus fines perversos y corruptos. Le miente al pueblo diciéndole que "el no miente, no engaña y no roba". Es el cinismo descarado. Esta forma de hacer política es la más aviesa y perversa. Haciendo esto, Hitler también llego al poder con un altísimo apoyo del pueblo y, luego, ya en el poder, a ese mismo pueblo lo llevo al matadero en la segunda guerra mundial.
Para reforzar y apoyar este doble discurso de AMLO, éste, cuenta con todo el aparato del poder, dinero, medios de comunicación (tv, prensa escrita, digital, cine y radio) y obviamente la fuerza coercitiva, la policía y el ejército. Así, se convierte, por medio de la tinta y el papel y del éter y la vista, un diablo amarillo en un ángel franciscano.
Junto a Morena y conscientes del engaño que este mentecato partido esta haciendo con el voto del pueblo, está la pequeña burguesía, maestros, burócratas, "intelectuales" y parte del clero, porque todos ellos, están siendo generosamente beneficiados de esta manera de engañar al pueblo y todos al unísono se encargan de cantar los himnos de alabanza al gobierno "del pueblo".
El pueblo debe despertar y darse cuenta de esta situación y debe retirarle su apoyo a Morena, aún estamos a tiempo, de lo contrario, ese pueblo que hoy lo apoya, sufrirá en carne propia y viva, las consecuencias de su ceguera política al pensar que apoya al progreso, cuando en realidad está apoyando a su peor enemigo disfrazado de pobre.
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