En el mundo se abre paso una gran fuerza incontenible de progreso, cooperación y esperanza para la humanidad entera, encabezada por Rusia y China, ante los intentos desesperados e inútiles del caduco imperialismo yanqui y sus aliados, que pretenden mantener su dominio mundial sobre la base de mentiras, chantajes, amenazas, bloqueos económicos inhumanos, desestabilización de países enteros y criminales actos guerreristas que han cobrado millones de vidas inocentes.
Afortunadamente, esa gran fuerza incontenible tiene más adherentes porque no invade territorios, no masacra poblaciones, no somete a nadie por la fuerza, ofrece inversiones, ayudas, educación, ciencia, salud, sin atropellar la soberanía de las naciones. Todos haríamos bien en sumarnos a esta gran fuerza para garantizar un desarrollo integral económico y social de nuestras naciones, pero en paz, con una verdadera coexistencia pacífica y respeto a la autodeterminación de los pueblos.
En México, la mal llamada Cuarta Transformación no da los resultados que el pueblo merece. El economista Julio Boltvinik dijo, en torno a que 13.4 millones de mexicanos salieron de la pobreza entre 2018 y 2024, pregonado por Morena: “Estas estadísticas son más falsas que una moneda de dos pesos y 50 centavos”.
Y son falsas porque es imposible reducir la pobreza si no hay crecimiento económico ni empleo; y casi está en cero el crecimiento económico principalmente por la desaceleración del consumo privado. Existen más de 1.5 millones de desempleados. Los trabajadores informales aumentaron en el tercer trimestre de 2025 a 33 millones, su nivel más alto en tres años. A 50 millones de mexicanos no les alcanza su salario para cubrir la canasta básica. Más de 71 millones no tienen acceso a los servicios de salud. 24.2 millones tienen rezago educativo, etc. En materia de inseguridad, la cuatroté presume que los homicidios dolosos disminuyeron el 37% en un año, pero la cifra de desaparecidos se ha incrementado, pasando de 100 mil en mayo de 2022 a más de 131 mil 600 en la actualidad, un aumento del 28%; 6 de cada 10 habitantes de más de 18 años consideran inseguro vivir en su ciudad.
En el caso de Puebla la pobreza afecta al 45.4% de su población, cifra por encima del promedio nacional; el 7.6% de la población poblana vive en pobreza extrema, más de medio millón de personas; el 59% de las personas en Puebla carece de acceso a seguridad social y el 39% no cuenta con servicios de salud; el rezago educativo afecta al 23% de la población, por encima del promedio nacional (19.2 %). Entre diciembre de 2024 y junio de 2025, el promedio mensual de delitos subió a 6,922, es decir, 295 delitos más cada mes, el promedio mensual de crímenes creció un 4.4% y la percepción de inseguridad pasó del 76.7% en junio de 2024 a 84% en junio de 2025.
¿Y en Tehuacán? Más del 56% de la población vive en condiciones de pobreza y más del 6% en pobreza extrema. En materia de inseguridad los homicidios han aumentado en 35%, aumentaron los robos a transeúntes en un 81%; en robos a negocios en enero de este año se cometieron 10, pero en julio de este año 37.
Ante esta trágica situación, con un acarreo financiado con recursos públicos, Morena decide festejar 7 años de “transformación”, presumiendo haber reunido a 600 mil personas cuando todo mundo sabe que el Zócalo y sus alrededores sólo pueden albergar hasta 200 mil personas. Los gobiernos del PAN y del PRI tampoco resolvieron en su momento el problema de la falta de crecimiento económico sostenido, ni el desempleo, ni la pobreza, ni la inseguridad.
Por eso el pueblo humilde y trabajador debe concientizarse y organizarse para construir su propio partido político, un partido auténticamente revolucionario, nacido de las entrañas del pueblo, que nos conduzca a la toma del poder político para que el pueblo organizado sea gobierno y con su fuerza y decisión pueda implementar una política fiscal progresiva, empleo para todos, salarios dignos y remuneradores y reorientación del gasto social para el desarrollo integral de la patria mexicana, y, así, lograr un sostenido crecimiento económico, disminuir el desempleo y abatir verdaderamente la pobreza y la desigualdad e insertarnos en un mundo multipolar, en colaboración con las naciones progresistas del mundo, para vivir dignamente como seres humanos.
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