Es evidente que el gobierno de Claudia Sheinbaum, perpetuando en México la famosa cuarta transformación y emanado de los reductos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), le sigue mintiendo al pueblo en un engaño sistemático que no revela las verdaderas consecuencias que se están y se estarán generando con la política agresiva del mandatario estadounidense Donald Trump, quien parece dispuesto a eliminar a los mexicanos cuando se le antoje.
“Han sido múltiples las agresiones que ha puesto en marcha el actual presidente estadounidense en contra de los mexicanos, sin que de parte del gobierno federal en nuestro país se haya dado una respuesta efectiva”.
Han sido múltiples las agresiones que ha puesto en marcha el actual presidente estadounidense en contra de los mexicanos, sin que de parte del gobierno federal en nuestro país se haya dado una respuesta efectiva que, por lo menos, logre frenar tantas tropelías que transgreden los derechos más elementales de nuestros connacionales que permanecen trabajando en esa nación y que causan graves daños a la economía en México.
De acuerdo con el periodista Carlos Pérez Ricart, que ha seguido de cerca los atentados contra nuestros compatriotas:
“Poco antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la revista The Economist hizo un ejercicio extraño. Creó el ‘índice de riesgo Trump’. Como su nombre lo sugiere, el índice busca identificar el grado de riesgo que corría cada país ante una potencial victoria de Trump. Para visualizar el índice, la revista británica propuso un mapa. Dependiendo el país y el riesgo, se asignaba un matiz distinto de rojo: bermellón, escarlata, carmesí. A mayor nivel de riesgo, el rojo se iba haciendo más oscuro. Los países que entraban en el top ten fueron pintados de un rojo casi caoba. A México se le asignó el color negro. El único que mereció tal privilegio. Con 71 puntos sobre 100, México era, según The Economist, el país con peores posibilidades de salir intacto del ‘efecto Trump’”.
Asimismo, se ha filtrado información en el sentido de que el equipo de Trump está discutiendo cómo y cuánto invadir México, situación que ya ha comenzado con los aranceles impuestos, con la persecución de nuestros paisanos que se dedican a laborar para los estadounidenses y que, con su mano de obra, han generado riqueza para el vecino país, hasta la creación de una cárcel para indocumentados que recuerda los tiempos de campos de concentración que se tenían en algunas naciones.
En contraparte, explica Pérez Ricart, la revista The Economist da cuenta de la amenaza que se asoma sobre México: “La Presidencia de Donald Trump trastocará cada área de la política mexicana, incluyendo migración y comercio. En ningún renglón, sin embargo, su Presidencia será tan definitoria como en lo que concierne al tema de seguridad”.
Es evidente que, frente a las agresiones trumpistas, la presidenta Claudia Sheinbaum parece estar atada de manos. Es como si estuviese contra la espada y la pared, porque lanzar una respuesta contundente a Estados Unidos podría tomarse como un llamado a la confrontación, lo cual no conviene a nadie, sobre todo después de que el hijo del mandatario gringo alardeó cuando afirmó que “bastaban cuatro segundos para degollar a México”.
Pérez Ricart nos recuerda también que, en la visión trumpista, México no es el mayor socio comercial de Estados Unidos. Tampoco es un aliado natural, explica, ya que en sus discursos ha revelado que nuestro país es para él una fuente inagotable de problemas, aduciendo al fentanilo y a la migración ilegal.
Por los suelos se encuentra cualquier buena relación bilateral entre ambas naciones. Se terminaron las buenas colaboraciones que existían desde que los gringos echaban mano de nuestros compatriotas mexicanos para que laboraran en sus cultivos y en las diversas industrias y comercios.
De eso, parece ser que ya no queda nada, abriendo paso a un intervencionismo directo y descarado que ya se vivía en México, pero que no estaba activado plenamente sino hasta que Trump llegó por segunda ocasión a la presidencia, derrotando a Kamala Harris.
No hay que pasar por alto las declaraciones de la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi: “Trump lo ha dicho alto y claro, no nos dejaremos intimidar y mantendremos a Estados Unidos seguro, no solo de Irán, sino también de Rusia, China y México. De cualquier adversario extranjero, ya sea que intente matarnos físicamente o mediante la sobredosis de nuestros hijos con drogas”.
Frente a todo esto, ha brillado por su ausencia la respuesta oficial de México. Todos han guardado silencio mientras se sigue mintiendo a los mexicanos, controlados por la entrega de tarjetas y dinero, sin advertir la realidad del latente peligro contra nuestra nación.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario