Desafortunadamente las cosas en nuestro país siguen de mal en peor, no es pesimismo ni nada por el estilo, pero el panorama para la mayoría sólo nos ofrece desesperanza y el desamparo.
Prácticamente cualquier indicador social que consultemos se queda corto ante la realidad en crisis de nuestro país, los datos que nos ofrecen los organismos públicos son la desgracia misma, y las raquíticas soluciones que nos dan nacen muertas.
Los maestros mexicanos ganan 23 % menos que el promedio de la OCDE y deben atender al doble de alumnos: 24 estudiantes por docente en primaria y 30 en secundaria, cuando el promedio internacional es de catorce y trece respectivamente.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es una organización intergubernamental; los 38 países que la componen trabajan para promover políticas que mejoren el bienestar económico y social a nivel mundial.
Bueno, este organismo acaba de revelar datos que deberían avergonzarnos con respecto a la educación. Nos dice que México invierte apenas 3 mil 650 dólares anuales por estudiante, mientras el promedio de los países desarrollados es de 13 mil 210 dólares.
Somos el segundo país que menos invierte en educación de toda la organización. Chile, nuestro vecino latinoamericano, invierte casi el doble que nosotros. Dinamarca invierte cinco veces más.

Los maestros mexicanos ganan 23 % menos que el promedio de la OCDE y deben atender al doble de alumnos: 24 estudiantes por docente en primaria y 30 en secundaria, cuando el promedio internacional es de catorce y trece respectivamente. Para “profesionalizar” a cada maestro, el gobierno destina apenas 91.50 de pesos al año. Así es, menos de 100 de pesos anuales por docente.
Pero lo más preocupante y revelador es que para 2025, el gobierno mexicano encabezado por Morena y su 4T destinará 850 mil millones de pesos en “becas del bienestar” y para 2026 serán 1 billón de pesos.
Mientras tanto, el presupuesto para educación se mantiene estancado en 2.9 % del producto interno bruto, muy por debajo del 4-6 % que recomienda la Unesco. La inversión educativa cayó de 5.1 % del producto interno bruto en 2021 a sólo 4.2 % en 2024.

De acuerdo con especialistas, la distribución del presupuesto federal ha reducido el margen para fortalecer escuelas y universidades debido a la expansión de becas universales.
La tendencia de la política actual de quienes nos representan está cada vez más marcada y más lejos de defender los intereses de la mayoría, utilizando la necesidad y el hambre de los pueblos, encaminándolos hacia el oportunismo y el “agradecimiento” hacia un régimen que sólo nos está utilizando.
Dar becas y dinero sin corregir el mal estructural no corregirá los problemas de fondo de nuestro país; dar dinero a cambio de que no existan escuelas, infraestructura, servicios básicos, salud, etcétera, es sólo comprar conciencias para que sean los mismos los que se sigan pertrechando en el poder, exprimiendo y explotando al pueblo trabajador.

Recordemos que un país educado es un país crítico, informado, difícil de manipular. Un país con “becas” pero sin educación de calidad es un país de ciudadanos agradecidos pero poco preparados para competir globalmente.
La política de la 4T para la educación no es educar, es subsidiar votos como hasta ahora lo han hecho todos los partidos que han estado en el poder.
Las clases oprimidas y trabajadoras de México tenemos la obligación de estudiar mucho, para reflexionar mucho y construir lo necesario, organizar algo nuevo y vital, que cambie de fondo a esta sociedad.
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