Una comerciante informal narra su jornada sin prestaciones en un estado donde 48.5 % labora fuera de nómina y 78 mil son mujeres, según Inegi
Guillermina Ambriz Guzmán es una vendedora informal desde hace más de diez años. La venta de ropa, cobijas y demás novedades le ha permitido generar un ingreso para cubrir sus necesidades más elementales, aunque afirma que nunca es suficiente, pues la compra de alimentos y el pago de servicios son cada día más caros.
La informalidad en la que labora no le permite contar con los servicios y prestaciones de ley como sí lo haría en un trabajo formal. A su edad, menciona doña Guille (como cariñosamente la conocen sus vecinos), es muy difícil encontrar un empleo y más cuando ya eres grande.
Guillermina forma parte del 48.5 % de la población que se encuentra laborando de manera informal en Colima, y es parte de las 78 mil mujeres que trabajan en esta condición. En el último trimestre de 2024, el Inegi reportó que en Colima hay 165 mil personas en todas las modalidades del empleo informal.
Doña Guille accedió a darnos una entrevista para conocer un poco de la difícil situación que pasan los vendedores informales.
¿Cuáles son algunas de las desventajas que usted considera al trabajar de manera informal?
No tenemos prestaciones ni seguro médico, en cambio, quien trabaja de manera formal sí las tiene. Aunque la verdad ahorita también la gente que cuenta con seguro ni medicamentos tiene en las farmacias de los hospitales, pero sí, para los que no tenemos es peor.
La gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno, dijo que en Colima ya había aumentado el trabajo formal en 2.8 %. ¿Usted qué piensa al respecto?
No se ve nada: al contrario, cada vez son más puestos informales los que aparecen en las calles. Por ejemplo, en este espacio donde estoy solo éramos una compañera y yo; en cuatro meses ya se aumentaron otros cinco puestos. El gobierno dice que hay empleo, que hay medicinas, médicos, y vamos a que nos atiendan y no hay nada, ni medicinas ni médicos. Qué caso tiene que nos presentemos, cuál es el apoyo que le están dando a la gente humilde, a la gente del pueblo que más lo necesita. Y lo mismo dicen del empleo: que hay, que aumenta, pero no es verdad, nosotros somos prueba de ello.
En el espacio donde usted vende, ¿se han ido integrando otros vendedores?
Sí, en estos meses se han sumado a vender tacos tuxpeños, una señora que vende verdura, dos que venden ropa y otra, cosméticos. Poco a poco han ido llegando buscando la posibilidad de salir adelante porque no se acomodan a trabajar en otro lado y lo que tienen en su casa salen a vender, desgraciadamente.
Por eso le pedimos al gobierno de Indira que en serio se preocupe por crear empleos formales. Nosotros ya estamos grandes, pero nuestros hijos necesitan mejores y mayores oportunidades en la vida, tener un empleo digno y con un salario bien pagado que les alcance para vivir bien. Los gobernantes solo ven beneficios para ellos y sus familias y se olvidan del pueblo como lo prometieron en campaña; si no, tendremos que salir a las calles a exigir no solo empleo, sino salud, vivienda y educación de calidad para todos.
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