La carretera federal 44, Ruiz-Zacatecas inicia en Fresnillo, Zacatecas y culmina en Ruiz, Nayarit; tiene una longitud de 437 kilómetros y conecta también a comunidades de Durango y Jalisco.
“El gobierno espera a que nos acostumbremos a vivir así y no, eso no va a suceder jamás porque el pueblo piensa y siente”.
A través de ella transitan diariamente autobuses de pasajeros que transportan, en su mayoría, a indígenas wixárikas, náyeris y tepehuanos que habitan en la sierra del Nayar y estados colindantes; viajan también mestizos entre los que destacan obreros, profesionistas, maestros, ingenieros, doctores, estudiantes de la Universidad Tecnológica de la Sierra.
Por esa carretera sube y baja la ambulancia del hospital ubicado en Jesús María que traslada de urgencia a pacientes al hospital de Tepic para que sean atendidos y salvar su vida.
En el año 2018 el huracán “Willa” provocó destrozos en las vías de comunicación, entre ellas a la carretera federal 44; Jesús Miramontes, el entonces director de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), informó que se realizaron trabajos de reparación en los tramos de los kilómetros del 16 al 20 y del 70 al 100.
Las condiciones climáticas son un factor que influye para que las vías de comunicación se vean afectadas, sobre todo en la sierra; sin embargo, es tarea del gobierno el darles mantenimiento para una mejor comunicación y evitar accidentes, ya que no hay otra alternativa para la población para llegar a su centro de trabajo o a su hogar.
Platicamos con el licenciado en Enfermería Julio N., enfermero en el hospital mixto ubicado en Jesús María, Nayarit.
Te agradecemos, licenciado, por atender nuestra visita y poder conocer las dificultades que viven los profesionistas. ¿Cómo te transportas a tu centro de trabajo?
Con mis compañeros viajamos de dos maneras, en autobús haciendo cerca de cinco horas de camino —cuando no hay contratiempos mayores– y viajamos también en auto particular; ahí hacemos de dos a tres horas desde Tepic hasta Jesús María.
¿Qué dificultades tienes durante el trayecto?
Cuando viajamos en autobús sucede que se llena; a veces viajamos amontonados, algunos van con los pies de fuera peligrando totalmente la vida; el carro avanza lentamente recogiendo y bajando pasajeros de todas las edades. Cuando nos vamos en auto es un trayecto “normal” porque hay muchos baches y en esta temporada de lluvias los derrumbes están a la orden del día; puede ser algún árbol caído –que son enormes, imposible quitarlos con machete y mano–, tierra y hasta piedras grandes que caen. Eso es un gran peligro y, además, nos deja sin la posibilidad de avanzar; podemos pasar horas detenidos sin avanzar ni para atrás ni para adelante.
¿Cómo está la carretera en el tramo de El Venado?
Tengo un año trabajando en la sierra, paso por ahí hasta tres veces por semana y puedo ver cómo los carros casi se caen al río. Yo no comprendo cómo es que el gobierno no dimensiona el peligro que eso representa para la gente; cuando es tiempo de secas el río lleva mucha agua y cuando llueve el río crece mucho más, que se va comiendo poco a poco la carretera.
Son años con la carretera así y no se ve que haya intenciones de arreglarla; parece que se está esperando a que pase una tragedia para actuar. Pero eso sería lamentable y demasiado tarde para que el gobierno reaccione.
En tu profesión sabemos que hay urgencias a Tepic. ¿Cómo se realizan esos traslados por esta carretera?
Una tortura para el paciente, para el chofer y para el responsable del traslado. Sólo hay que imaginar a una mujer embarazada, joven, con dificultades para dar a luz y que requiere ser trasladada de urgencia a un mejor hospital; muchas veces las pacientes así ya tienen horas caminando de su comunidad hasta Jesús María y todavía soportar horas en el traslado, bache tras bache y en tramos a vuelta de rueda porque la ambulancia no puede venir a alta velocidad por lo fea que está la carretera. Sólo imaginen eso.
A veces traemos niños con piquete de alacrán, fracturados, y tantos pacientes a toda hora del día o de la madrugada. Para nosotros es difícil, pero hacemos nuestro trabajo lo mejor posible.
¿Cuál es la parte más difícil del trayecto?
Todo. La sierra del Nayar tiene unas vistas hermosas, indudablemente, pero eso hermoso se convierte en peligro cuando no hay la mínima seguridad para el viajero; por ejemplo, al salir de Jesús María los derrumbes, baches a la altura de Arroyo Cañaveral, y puedo seguir mencionando tramos, pero en concreto es todo el recorrido.
¿Cuál sería tu petición al gobierno respecto a este problema?
No hace falta decirle que vea, no hace falta decirle que venga y conozca porque ellos conocen los problemas; les hace falta sensibilidad, valorar la vida del pueblo; quienes crecimos en la ciudad de repente ignoramos todo lo que se sufre en la sierra, pero una vez que por el trabajo tienes que viajar hacia acá, podemos sentir en carne propia el dolor de la gente. Creo que ante la falta de acciones concretas de parte del gobierno nosotros tenemos que denunciar lo que respecta a la carretera; ya se hace en las redes sociales, pero tal parece que el gobierno espera a que nos acostumbremos a vivir así y no, eso no va a suceder jamás porque el pueblo piensa y siente.
Te agradecemos tu opinión ya que viene de alguien que vive en carne propia esta dificultad.
La carretera ha sufrido severos daños en los recientes años: 2018 huracán “Willa”, 2021 huracán “Pamela”. La presidenta municipal Imelda Escobedo aceptó que esta vía de comunicación es la más dañada en este año y, aunque se le hayan hecho reparaciones, han sido insuficientes.
Los más afectados son siempre las clases populares, es importante que las órdenes de gobierno federal, estatal y municipal destinen recursos suficientes para la reparación continua de la carretera Ruiz-Zacatecas.
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