Los pasados días 28, 29 y 30 de noviembre, el Movimiento Antorchista Nacional llevó a cabo el XXIV Encuentro Nacional de Teatro en el bello y pintoresco pueblo de Tecomatlán, que se ubica en el estado de Puebla y que es mejor conocido como “La Atenas de la Mixteca”, donde se llevaron a cabo 34 puestas en escena con más de mil 500 artistas acompañados de sus escenógrafos, maquillistas, directores de escena y auxiliados por los equipos de logística, que apoyaron en todo momento a los estatales que acudieron a dicha competencia.
La constante de todas las obras presentadas: la denuncia de regímenes tiránicos, así como de la opresión del hombre hacia el hombre mismo y la desigualdad social.
Federico García Lorca, Eurípides, Jean Paul Sartre, Esquilo, Arthur Miller, Oscar Wilde, Alfonso Sastre y otros muchos escritores más se hicieron presentes a través de sus obras, que fueron interpretadas de forma magistral, con entusiasmo y compromiso, en tres categorías: popular, amateur y semiprofesional.
“Tierra roja”, “La casa de Bernarda Alba”, “Bodas de sangre”, “Prometeo encadenado”, “Las brujas de Salem” y “Una mujer sin importancia” son algunas de las obras que se interpretaron, llenando de emociones encontradas a los presentes, que superaron y por mucho las anteriores asistencias, pues se llenaron los dos foros que en esta ocasión se eligieron para dicho evento.
En el auditorio “Clara Córdova Morán” y el majestuoso teatro “Aquiles Córdova Morán”, que recientemente fue inaugurado con las pasadas Espartaqueadas Culturales, risas, lágrimas y aplausos fueron algunas de las reacciones que se despertaron entre los presentes.
Todos estuvieron de acuerdo con la decisión del jurado y, como dijo el maestro Omar Carreón, presidente en la categoría amateur: no fue fácil la decisión, pero teníamos que elegir a los ganadores y así quedó la premiación.

Los ganadores en la categoría amateur fueron:
Actriz principal: Castalia Valencia, con la obra “Tumac”.
Actor principal: Jared Díaz Aguilar, con la obra “El principito”.
Actor secundario: Alejandro Rosas Esquivel, con la obra “Vals de los toreros”. Actriz secundaria: Nataly Cásares, con la obra “Las brujas de Salem”.
Escenografía: “Las brujas de Salem”. Mejor director: Pedro Pérez Pérez, con la obra “Una mujer sin importancia”.
Tercer lugar: Puebla y Tlaxcala, con las obras “Prometeo encadenado” y “La historia del hombre que se convirtió en perro”.
Segundo lugar: la Casa Nacional del Estudiante “Calmecac”, con la obra “Túpac Amaru”, y el Estado de México, con la obra “Bodas de sangre”.
Primer lugar: el Centro Universitario Tlacaélel (CUT), con la obra “Las brujas de Salem”, y el Estado de México, con la obra “Una mujer sin importancia”.

Los ganadores en la categoría semiprofesional fueron:
Actriz principal: Lirio Dení Córdova, con la obra “La casa de Bernarda Alba”.
Actor principal: Jassón Celis Córdova, con la obra “Doce hombres en pugna”.
Actriz secundaria: Yessenia, con la obra “La casa de Bernarda Alba”.
Actor secundario: Uriel Pérez, con la obra “La alondra”. Escenografía: “Yerma”. Mejor director: Juan Pedro Soto, por la obra “La alondra”.
Mejores obras: tercer lugar, empate entre San Luis Potosí, con la obra “Medea”, y el Estado de México, con la obra “Yerma”.
Segundo lugar para el estado de Coahuila, con la obra “Con las manos sucias”, y primer lugar para el estado de Michoacán, con la obra “La alondra”.

Como es de todos sabido, el Movimiento Antorchista promueve y practica el arte y la cultura de manera sistemática, por lo tanto, estos encuentros se celebran cotidianamente en cada uno de los estados, así que cuando la organización hace la convocatoria, los artistas responden de manera inmediata.
El trabajo y el esfuerzo realizados son de una dimensión extraordinaria, ya que cada estatal participa con sus propios recursos y casi sin apoyo gubernamental.
Ellos elaboran su propio vestuario, así como su escenografía, pagan su alimentación y tienen que gestionar el transporte que los habrá de trasladar de ida y de regreso a su destino; muchas veces esa gestión les es negada y entonces, con sus propios recursos, a base de colectas o bien de ventas de antojitos o rifas, tienen que completar sus gastos.
Tecomatlán se llenó de gente que, de manera alegre y bulliciosa, ensayaba en todo momento y en casi cualquier lugar la obra que habrían de representar; calles, parques y jardines fueron los espacios donde, convertidos en teatros al aire libre, pudimos conocer de primera mano lo que habrían de presentarnos en los dos distintos escenarios que les fueron asignados.
Camiones, autobuses, camionetas y carros llegados de todos los rincones del país arribaron desde el día anterior a la inauguración. Vivimos y disfrutamos de cada una de las obras presentadas por jóvenes estudiantes, amas de casa, campesinos, obreros, maestros de escuela, activistas y líderes de la Dirección Nacional, como fue el caso de la maestra Lirio Dení y Jasón Celis. Disfrutamos también la obra “Egmont”, presentada por la Compañía Nacional de Teatro “Víctor Puebla”, donde más de cuarenta actores dieron vida al drama del conde Egmont, que es asesinado por el duque de Alba después de inconformarse por la opresión y la injusticia.

Y esa fue la constante de todas las obras presentadas: la denuncia de regímenes tiránicos, así como de la opresión del hombre hacia el hombre mismo y la desigualdad social.
Con ansia contenida, esperamos tanto en la inauguración como en la clausura las siempre sabias palabras del maestro Aquiles, quien, ante más de 2 mil 300 espectadores, realizó un análisis de algunas de las obras presentadas, donde afirmó que la sociedad termina siendo víctima de la misma sociedad.
En su mensaje también sentenció: “México será sabio cuando su pueblo sea culto”; fueron las palabras que más calaron en los presentes, así como una fuerte crítica a la derecha y a los gobiernos morenistas.
Mencionó también que “El hombre es un animal político y no puede vivir fuera de la política” y que “los movimientos de masas, por muy grandes que sean, si no están dirigidos por un partido revolucionario, van a terminar siendo derrotados”.
También mencionó la importancia de analizar de manera dialéctica, a fondo, los fenómenos para poder transformar la realidad de manera científica.
Tras afirmar que en esta ocasión la presentación del trabajo ha sido la mejor de todos los años y haciendo mención de que “Antorcha está más viva que nunca”, también señaló: “Ahora hacemos más obras y mejores y lo hacemos en nuestro teatro”, “Lo hacemos con bases más fuertes, más sólidas”, y concluyó parafraseando a “Don Juan Tenorio”, de Zorrilla: “Los muertos que vos matasteis gozan de cabal salud, así estamos nosotros”.
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