Amable lector, probablemente le parezca extraño el título de este sencillo escrito. Lo he elegido así para hablar sobre cómo nuestra organización es enorme en tamaño y en su trabajo cultural, que es al que me referiré concretamente.
La “antorcha mundial” no fue destruida por los ataques políticos de AMLO ni de nadie: creció, se fortaleció y demostró que la cultura organizada también es una forma de resistencia.
El expresidente Andrés Manuel López Obrador, en su intento por “desaparecer” a las organizaciones sociales —entre ellas, la nuestra—, comenzó a referirse de manera despectiva como “la antorcha mundial” en septiembre de 2018, es decir, prácticamente desde el inicio de su gobierno, haciéndole creer a la gente que ya no habría intermediarios —Antorcha no lo es—, y en lo que va de los dos sexenios morenistas no lo han podido demostrar de acuerdo con sus afirmaciones.
AMLO comenzó una cacería contra las organizaciones sociales; en nuestro caso, usó el término “la antorcha mundial” para satanizar el derecho de organización, violentando así el derecho que tenemos los mexicanos, en la Constitución Política, de organizarnos donde así lo decidamos.
Pues bien, la antorcha mundial no sólo no sucumbió a los reiterados ataques, sino que ha quedado demostrado que el Movimiento Antorchista Nacional es superior en sus ideales, en su organización y en su forma de trabajar con los mexicanos.
¿A qué me refiero? A que Antorcha sabe el camino correcto y en ello trabaja todos los días, sin descanso, por la construcción de un mundo mejor. Y esto no es una frase vacía. En los hechos podemos demostrar que, en medio siglo de existencia, Antorcha ha formado líderes de alto nivel, ha educado a generaciones, ha inculcado, desarrollado y masificado el deporte y la cultura.
Como ejemplos culturales está la reciente edición de la Espartaqueada Cultural, que fue exitosa en cantidad de participantes, en calidad y belleza, además de que se inauguró un teatro majestuoso, digno de los artistas del pueblo.
Ahora, ¿por qué uso la frase “la antorcha mundial”? Para explicar que a AMLO y su séquito les ha salido el tiro por la culata —como se dice coloquialmente—. ¿Por qué? Porque nuestra organización tiene lazos de amistad con otros países, porque nuestros jóvenes se preparan para saber dirigir este país y porque, en esa preparación, no olvidamos que el arte y la cultura son esenciales para el desarrollo del hombre.
Los Grupos Culturales Nacionales de música y danza fueron invitados para participar en el II Festival de las Culturas del Mundo, organizado por el Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folklore y Artes Populares, donde participan países como Colombia, Rumania, Polonia, Sudáfrica, Costa Rica y México. Este festival cerrará sus presentaciones precisamente en el teatro Aquiles Córdova Morán, en Tecomatlán, Puebla, el próximo 27 de junio y será totalmente gratuito.
Señor expresidente de México, la antorcha es mundial. Comenzó por decirlo así para burlarse de nosotros y ahí se le fueron seis años; ahora lo dice la realidad. Antorcha no es una frase escrita sobre un papel. Antorcha es el pueblo de México que busca, por los medios educativos, culturales y de creación de obras de infraestructura, el desarrollo del país, de sus niños y jóvenes que, en un futuro cercano, tomarán las riendas de este México al que la 4T no ha sabido o no ha querido gobernar correctamente, como tanto prometió.
Morena tiene el poder; sin embargo, no se ve su interés por solucionar los problemas del pueblo: delincuencia, inseguridad, mejores edificios escolares con agua potable, internet, laboratorios de cómputo, de física y química; insumos médicos para atender desde un piquete de alacrán hasta una operación de alto riesgo. No hay y no hay.
¿Qué opción tiene el pueblo de México? Organizarse y luchar.
Ya nos dimos cuenta de que a los gobernantes morenistas el poder los ha convertido en sordos políticos. Ahí está el gobernador de Nayarit, que busca cumplir un capricho e ignora las peticiones del pueblo de que haya insumos médicos. O el ejemplo de Valle de Santiago, Guanajuato, donde el pueblo solicita drenaje y, a cambio, el alcalde Israel Mosqueda Gasca —morenista— se volvió sordo y represor; pero de solución de obras, no quiere saber nada.
¿Cómo lograremos que haya justicia para el pueblo? ¿Quién le va a quitar el cascabel al gato? Nosotros. El pueblo organizado y consciente. Y los antorchistas nos preparamos para ello e invitamos a los mexicanos a unirse a nosotros. Juntos, como una roca humana sólida y fuerte, lo lograremos. No hay duda.
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