“Ningún padre o madre de familia debería pasar por el dolor de sepultar a un hijo o hija que se quitó la vida por su propia mano. El dolor es muy grande cuando pierdes a un hijo así, pero el sufrimiento no termina cuando lo sepultas porque durante mucho tiempo, yo creo que durante toda la vida, los padres seguimos sintiendo culpa; pensamos en qué pudimos haber hecho, esto o lo otro, para que no hubiera llegado a quitarse la vida, sin importar lo que sentiríamos sus padres y hermanos… La familia no ha vuelto a ser la misma. Luego de la muerte de mi hijo hace tres años, tanto mi marido como mis hijos y yo nos volvimos callados y siempre estamos tristes. Todo a nuestro alrededor se volvió feo, muy feo… Han pasado tres años y nosotros todavía pensamos en qué hubiéramos podido hacer para ayudar a mi Jorgito para que no se quitara la vida a los 17 años”, comentó generosamente doña Isabel.
El suicidio es un fenómeno complejo que, de acuerdo con especialistas, no podemos analizar solo como un fenómeno intrapersonal o interpersonal, sino como un fenómeno más amplio, que trasciende lo personal para convertirse en un problema socioeconómico y sociocultural.
“Siempre se ha considerado que las desigualdades sociales son el principal factor que lleva a niños, adolescentes, jóvenes y adultos a optar por la salida fácil de quitarse la vida ante la insatisfacción que sienten de no poder adquirir los bienes materiales con los que creen que alcanzarán la felicidad: viajes, carros, celulares; ropa, zapatos y tenis de marca, y todo aquello que les ofrecen los medios de comunicación, incluidas las redes sociales, pero productos que no están al alcance de sus manos”, aseguró el maestro Antonio Zacarías, responsable del trabajo estudiantil del Movimiento Antorchista del Estado de México.
Hay que agregar “la mala influencia de las redes sociales y sus múltiples plataformas, que generan daños físicos, mentales o emocionales. Todos sabemos que hay casos de niños y jóvenes que se han quitado la vida después de haber sido acosados en línea o de haber visto publicaciones que normalizan y alientan el suicidio. En esto juegan un terrible papel los ´desafíos´ en línea, incluido un juego que implica asfixia, o por sobredosis de drogas supuestamente obtenidas a través de las plataformas”, aseguró un joven community manager, quien pidió el anonimato.
“La dependencia que provocan las redes no se produce por casualidad, sino de forma intencionada, ya que fueron diseñadas para un uso compulsivo y excesivo. Así se aleja a los jóvenes del pensamiento crítico con el que pueden cuestionar la realidad; eso no le conviene al sistema, que cada vez está más podrido. Para el sistema actual, las redes sociales son una herramienta para mantener a los jóvenes dormidos, para que no cuestionen el brutal y desigual sistema económico en que viven y se opongan a él", dijo.
De acuerdo con los registros de los últimos 20 años, el suicidio en México ha ido en aumento. En otros países, el reporte que emite la Organización Mundial de la Salud indica que ya lo han contenido conservando ciertas medidas y estrategias, y han logrado que las cifras no aumenten. Sin embargo, en nuestro país el número de casos sigue creciendo”, informó Modesto Solís Espinoza, integrante de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama).
De acuerdo con el Inegi, en 2024 se registraron 8 mil 856 fallecimientos por suicidio. En 2020 hubo 7 mil 896, 700 más con respecto a 2019 y mil más que en 2018.
Modesto Solís mostró su preocupación por un incremento de suicidios en los últimos años y por las investigaciones que reportan que entre el 10 y el 30 por ciento de adolescentes se han realizado autolesiones al menos una vez en su vida.
La preocupación de los especialistas por los números fríos de los suicidios “se vuelve un gran sufrimiento cuando alguno de nuestros hijos cae en depresión y se autolesiona; pero nos hace sufrir más cuando alguno decide atentar contra su vida y logra su objetivo”, dijo la señora Juana López, residente del municipio de Ecatepec de Morelos, Estado de México.
“Los padres sufrimos mucho porque sabemos que la decisión de fugarse de este mundo no es una acción valiente, como dice mucha gente, sino más bien creo que es una decisión cobarde porque quienes hacen eso ya no quieren seguir enfrentando los problemas que tienen en la escuela, en su casa, con sus parejas o en internet, y eso los lleva a atentar contra su vida”.
“Yo sé que cuando mi hija tomó esa decisión fue porque estaba sufriendo mucho. Lo malo es que no nos dimos cuenta y no nos dijo nada, no nos pidió ayuda para salir de esa depresión… No supimos de ella hasta que nos avisaron que estaba muerta”.
Cada año, alrededor de la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre, hay quienes proponen que el gobierno federal cree estrategias para disminuir los casos en el país. Pero “no ven que esas estrategias no tendrán resultados positivos, dado que las causas que generan ese grave problema no están en las ideas ni en las terapias, o tal vez ayuden un poco, pero lo que realmente hay que cambiar es la situación económica de los trabajadores y de quienes llegan a quitarse la vida por problemas de esa índole. Muchos jóvenes llegan al suicidio porque no se sienten satisfechos con su vida, porque no tienen diversiones, viajes o lujos, o bien porque sienten que la sociedad los ataca y no les brinda las oportunidades necesarias para desarrollarse; ven que otros sí tienen acceso a esas oportunidades, pero ellos no, y mejor optan por irse de este mundo, sin importarles que aquí dejan sufriendo a sus familiares, quienes se culpan de no estar al pendiente de la vida de sus hijos, de sus anhelos y, por tanto, de no haberlos atendido a tiempo”, explicó un médico especialista en salud mental, quien trabajó en el Centro Integral de Salud Mental (Cisame) de Chimalhuacán, Estado de México. Remató: “La observación y atención cercana de la familia es muy importante para la cura de los pacientes”.
“Desgraciadamente, muchas madres de familia no pueden estar pendientes de sus hijos porque salen a trabajar desde muy temprano y hasta tarde regresan a sus casas. Por eso es muy importante que cambie el sistema, para que los niños y jóvenes tengan oportunidades de estudio mientras sus madres y padres regresan del trabajo y no anden rodando en las calles y con malas compañías”, añadió el profesor Antonio Zacarías.
“El sistema económico y social es el responsable de los suicidios y su incremento, porque la gente más sensible sufre mucho por todo lo que sucede diariamente y por eso mejor optan por la salida fácil. Para tener buena salud mental es necesario, en primer lugar, tener vivienda, educación y empleos dignos, igualmente un sistema de salud digno que resuelva las enfermedades cotidianas y graves que padecemos los mexicanos. Desgraciadamente, el gobierno federal de Morena ha cambiado todo eso por raquíticas cantidades de dinero que brinda a millones de mexicanos a fin de que estos le den su voto cuando haya elecciones”, concluyó el profesor Zacarías.
“A niños y jóvenes, y también a los adultos, les hace mucho bien la actividad cultural que Antorcha promueve en escuelas y colonias, aseguró el profesor; hemos tenido casos de jóvenes que, al acercarse al baile, el teatro y la poesía, entre otras ramas artísticas, se han alejado de las ideas de atentar contra sus cuerpos y vidas. Por eso en Antorcha, no desistimos de educar y acercar el arte a todo aquel con el que tengamos contacto”.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario