La crisis financiera que desde hace varios años azota a Estados Unidos lo obliga a escudriñar el mundo para ver sobre qué país dejará caer sus garras a fin de aniquilar a su gobierno y al pueblo en general, para finalmente adjudicarse su territorio y sus valiosos recursos naturales, así como apropiarse de un mercado nuevo para colocar las mercancías gringas y acrecentar su riqueza. Así, la poderosa nación del norte está intentando volver a brillar mundialmente.
Las guerras que el imperialismo gringo ha emprendido en contra de países como Irán y Gaza, en donde, de acuerdo con información proporcionada por la Unicef, o Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, hasta el pasado mes de julio fueron asesinados más de 17 mil niños y 33 mil resultaron heridos, además del bloqueo a la ayuda humanitaria que causa que toda la población sufra de sed y hambre, han cobrado más vidas infantiles y cientos de adultas. El objetivo de la masacre en Gaza, por parte del imperialismo, es quedarse con ese territorio; por eso asesinan a la población, ya que no han podido expulsarla.
El genocida Israel es el instrumento bélico de Estados Unidos, el cual le brinda apoyo tecnológico y armamento para que ataque a Gaza e Irán. En este último país, la agresión imperialista también ha cobrado miles de vidas inocentes.
Los ataques a países del Cercano Oriente y del continente asiático, que se encuentran a miles de kilómetros de los Estados Unidos, no han sido obstáculo para que sean agredidos por el imperialismo. Esto debe hacernos reflexionar sobre cómo podría irle a México, tan cerca de Estados Unidos, en caso de que decida tomar acciones en contra de nuestro país con el objetivo, dice, “lidiar con la crisis del fentanilo en nuestro país, causada en parte por el fracaso de México a la hora de frenar a los cárteles (…) a la hora de llenar de droga este país”, escribió Trump a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
No es reciente el tema de la posible invasión de Estados Unidos a México para, dice Trump, “frenar a los cárteles de la droga y la migración”, que, según los que saben, “son un problema para Trump”. Esa posibilidad se viene planteando desde antes de las elecciones gringas, como lo publicó el portal mx.boell.org:
“Poco antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la revista The Economist hizo un ejercicio extraño. Creó el ‘índice de riesgo Trump’. Como su nombre lo sugiere, el índice busca identificar el grado de riesgo que corría cada país ante una potencial victoria de Trump. Para visualizar el índice, la revista británica propuso un mapa. Dependiendo del país y del riesgo, se asignaba un matiz distinto de rojo: bermellón, escarlata, carmesí. A mayor nivel de riesgo, el rojo se iba haciendo más oscuro. Los países que entraban en el top ten fueron pintados de un rojo casi caoba. A México se le asignó el color negro. El único que mereció tal privilegio. Con 71 puntos sobre 100, México era, según The Economist, el país con peores posibilidades de salir intacto del ‘efecto Trump’.” (Pérez Ricart, Carlos, La amenaza de Donald Trump a México. Fundación Heinrich Böll, 18 de enero de 2025).
Un mes después, informa el reportero Carlos Pérez, “la revista Rolling Stone, que por lo general suele tratar de música y otros asuntos livianos, publicó un artículo titulado ‘El equipo de Trump debate: ¿Qué tanto deberíamos invadir México?’. Esos debates, dice, no se centraban en ‘si era conveniente o no invadir a México’, sino más bien en la magnitud del ataque, cómo y cuándo invadir México. Ni una palabra, por supuesto, sobre los límites impuestos por el derecho internacional. Lo que se discutía en Mar-A-Lago era la creación de un nuevo orden político. Una nueva era.”
Lo publicado por la Fundación Heinrich Böll habla de la determinación de Trump de invadir México: no es simple imaginación o calentura de quienes han denunciado las amenazas del presidente gringo de invadir nuestro país.
El 2 de mayo de 2025, el portal Infobae dio a conocer que el mandatario gringo pidió a la presidenta Sheinbaum: “Una mayor participación militar de los Estados Unidos en México para el combate de los cárteles de la droga…”, solicitud que hizo “durante su llamada del pasado 16 de abril, según informó el diario estadounidense The Wall Street Journal.” (Martínez, Andrés. Trump presionó a Sheinbaum para que militares de Estados Unidos combatan a cárteles en México, revela The Wall Street Journal).
Trump, se dijo, pretendía que “militares norteamericanos asumieran el combate contra los cárteles que trafican fentanilo y otras drogas” (lo mismo).
Aunque tibiamente, la presidenta Claudia Sheinbaum se opuso a tal despropósito, pero Trump no se quedó conforme: a mediados del pasado mes de julio, anunció que impondría 30 % de aranceles a las mercancías mexicanas que fueran exportadas a Estados Unidos, mismos que entrarían en vigor el pasado 1 de agosto.
Las negociaciones con ese país finalmente pospusieron la medida, pero no hay duda de que Trump sigue presionando para que las tropas militares gringas entren a territorio mexicano para, según dice, “combatir a los cárteles de la droga” que tanto afectan a su país.
A ver quién le cree a Trump eso de que las tropas militares gringas sólo llegarán a México para combatir al narcotráfico; lo mismo ha dicho en otras intervenciones militares: que quiere ayudar a acabar con gobiernos dictatoriales y antidemocráticos, que porque en los países árabes hay mucha opresión contra las mujeres y hay que liberarlas, etcétera.
Lo cierto es que cuando las tropas militares de Estados Unidos llegan a territorios extranjeros, sea cual sea, perpetran una matazón indiscriminada; no les importa si, en su afán por apoderarse del territorio y sus recursos naturales, matan a inocentes, ya sean niños, ancianos o adultos.
Estados Unidos no es una nación fraterna que con sus acciones ayude a resolver problemas en las diferentes naciones. La historia bélica gringa demuestra que invade países para apropiarse de sus territorios y riquezas naturales y, para ello, lo primero que hace es exterminar a la población para que nadie se oponga a su enriquecimiento, robando lo que no es suyo. Ese objetivo gringo lo consigue a sangre y fuego, no hay más.
Los mexicanos debemos conocer la historia bélica de Estados Unidos y, con base en los sangrientos ejemplos que ella ofrece, aprestarnos a defender nuestra tierra porque, como dice la revista Rolling Stone, que generalmente trata temas ligeros, no sabemos cuándo ni cómo nos atacará Estados Unidos; lo que sí sabemos es que, si ese sangriento y asesino acontecimiento nos agarra desprevenidos, no habrá poder humano que nos salve.
Los mexicanos debemos organizarnos para dar la batalla en contra del imperialismo gringo que, con sus acciones asesinas, quiere revertir el curso de la historia y hacer que el imperialismo vuelva a dominar el mundo.
Pero las naciones ya están abriendo los ojos, ya vieron que hay otros caminos que se pueden tomar para salvar a sus países y a la humanidad: el camino que proponen Rusia y China de un mundo multipolar, en el que las naciones se respeten y se ayuden mutuamente para crecer económicamente lo suficiente a fin de ofrecer una vida más digna y justa a la gente de sus territorios.
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