Ya ha pasado más de un semestre desde que se tomó la decisión por parte del gobierno federal, de implementar una nueva herramienta que sirviera para retomar las clases de millones de niños a nivel nacional, que, por contingencia sanitaria provocada por la pandemia, se suspendieran de manera presencial, es decir, poner en marcha las clases a distancia, es decir, desde casa, los alumnos a través de medios digitales continuaran sus estudios para que no perdieran el ciclo escolar.
Pero, esta idea fue ampliamente criticada por la mayoría de los que, hasta ahora hemos sido testigos, de los resultados que ha arrojado esta nueva forma de intento de enseñanza, por medio de la televisión y a través de las diversas plataformas digitales, después de más de seis meses de implementada esta herramienta, está claro que este método deja a miles de estudiantes, ya de por sí afectados, muy lejos de poder acatar la medida implementada por las autoridades educativas y las nuevas formas de recibir sus clases, porque un porcentaje muy alto de las instituciones, sobre todo en los estados más pobres del país, no tienen la infraestructura suficiente para que llegue la señal de internet a todos por igual y mucho menos se tiene un televisor, un celular o una computadora, para recibir las clases y realizar las actividades complementarias propias del estudiante.
La educación que están recibiendo nuestros estudiantes no es la adecuada, los que la están recibiendo, porque hay muchos que al no tener las condiciones optaron por abandonar sus estudios, pero además, son miles los padres de familia que están siendo afectados por esta situación, pues han convertido en salones improvisados una parte de sus viviendas, hasta transformarse también en profesores sin sueldo y así evitar que sus hijos no engrosen las estadísticas en la deserción escolar, pero los padres de familia difícilmente podrán cumplir un papel parecido, pues muchos de ellos no tuvieron la oportunidad de obtener sus estudios básicos y se limitan solo a transmitir sus conocimientos empíricos, concluyendo pues, que los alumnos no están recibiendo la educación adecuada.
Con este panorama queda claro que para el gobierno de la cuarta transformación, en materia educativa no es su prioridad, a pesar de las cifras oficiales donde se dice que hay acceso a la televisión y a la internet, la realidad no es así y para probar lo que digo, tan solo volteen a ver las comunidades de la zona indígena en el municipio de Mezquital, aquí en Durango, en donde difícilmente tienen acceso al servicio básico de la electricidad y para acabar pronto, en muchos lugares no hay luz eléctrica, y entonces me pregunto ¿Realmente que es lo que está haciendo el gobierno federal en materia educativa? Porque no hay datos de que estén haciendo algo bueno por la educación, por ejemplo, el Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC) desapareció del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021, que afecta a más de 27 mil escuelas de zonas marginadas de todo el país, ¿Dónde quedo entonces el lema de "Primero los pobres"?
En este aspecto pues, urge actuar para evitar una tragedia en la educación, el Gobierno federal tiene que ir más allá de solo querer resolver el problema de esta manera, para que los jóvenes puedan tener la posibilidad de contar con una educación de calidad, es una tarea urgente e inaplazable, por la mera conveniencia económica de evitar un impacto negativo en la productividad y en el futuro económico del país.
Pero este problema de la falta de atención, no solo está afectando directamente a los estudiantes, sino a todos los involucrados en el sector educativo, es decir, está afectando también, a la burocracia en general, por ejemplo, la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), la máxima casa de estudios en el estado, se encuentra en serias dificultades para pagar la nómina de sus trabajadores.
La estrategia del gobierno federal, es una estrategia de restricción a un derecho constitucional, las consecuencias son de largo alcance: una preparación educativa deficiente, menores oportunidades laborales, aumento de la pobreza y la desigualdad, y un México menos productivo en el futuro.
Entonces es imposible no criticar estas conductas irracionales, es por eso que hoy más que nunca necesitamos unirnos como sociedad y formar un solo frente, entre docentes, estudiantes, padres de familia, etc., para así exigir a nuestras autoridades su inmediata intervención para solucionar la falta de infraestructura, de plazas y un mejor salario a los docentes entre otras necesidades básicas que el presidente de la república debe tener como prioridad en esta materia, pero que hasta la fecha no hay ninguna respuesta.Solo así, habrá condiciones y la tranquilidad de regresar a las aulas con las condiciones necesarias tanto en infraestructura como en salubridad, para el buen desempeño de este sector.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario